septiembre 28, 2025

#PasoEnFalso

Del grotesco espectáculo que fue la administración de Laura Beristain como presidenta municipal de Solidaridad, el telón se ha cerrado, pero las secuelas de su gestión corrupta perduran. Con más de 14 denuncias en su contra, Beristain ha demostrado ser una maestra en el arte del abuso de poder y la desviación de recursos.

Las acusaciones en su contra son tan variadas como escandalosas: fraude, corrupción, uso ilícito de funciones y peculado. Una lista de delitos que pone a Beristain en el pódium de la deshonestidad política. Pero la historia no termina ahí. La trama se complica cuando se suman 53 denuncias contra diversos directivos que, como si fueran cómplices, colaboraron con ella en su danza de irregularidades.

El último acto en esta siniestra obra tuvo lugar en la última sesión de cabildo, donde Beristain, ahora regidora, interrumpió descaradamente a la actual presidenta municipal al abordar temas que revelaban la corrupción de su administración. Un intento evidente de desviar la atención, un truco barato que solo subraya la falta de ética que caracteriza a esta política en decadencia.

Pero no nos detendremos en el teatro superficial. Beristain, en enero de este año, fue vinculada a proceso por abuso de autoridad en perjuicio de la contratista Redesol. Una mancha más en su expediente de deshonor. Y como si eso no fuera suficiente, la panista Lili Campos Miranda, quien la derrotó en sus aspiraciones de reelección, ha estado llevando a cabo un contraataque legal que ha congelado las cuentas bancarias de ex servidores públicos, acusándolos de un presunto quebranto patrimonial de 335 millones de pesos.

El festín de la corrupción no se detiene ahí. La administración de Beristain enfrenta al menos cuatro denuncias más ante instancias federales, que suman 14 millones de pesos por presuntos delitos de peculado, actos de corrupción y posible asociación delictuosa. La compra irregular de servicios jurídicos, la adquisición de útiles escolares y material eléctrico, todos presentados sin sustento ni justificación, son solo algunos ejemplos de cómo los recursos públicos fueron saqueados sin piedad.

La Cuenta Pública 2020 se tiñe de sombras cuando se señala a la administración municipal como presunta responsable de irregularidades, y el pago estratosférico de 500 millones de pesos por concepto de indemnizaciones a empleados públicos es un insulto a los ciudadanos que confiaron en la integridad de sus líderes.

En resumen, el legado de Laura Beristain es un desfile de vergüenzas, una coreografía de engaño y desfalco. La ciudadanía de Solidaridad merece respuestas y acciones contundentes para limpiar el lodo que esta administración ha arrojado sobre la confianza en la política local. Que este oscuro capítulo sirva como recordatorio de que la corrupción no debe tener cabida en nuestro sistema democrático, y que aquellos que la perpetúan deben enfrentar las consecuencias de sus actos al primer #PasoEnFalso.

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