
Redacción / Quintana Roo Ahora
Chetumal.- En un giro inesperado de la vida nocturna en el Bulevar Bahía de Chetumal, un hombre en evidente estado de ebriedad decidió que el sábado por la noche era el momento perfecto para estrechar lazos con un cocodrilo. Armado con valor líquido y un inquebrantable sentido de amistad, el hombre se lanzó a las aguas, convencido de que el reptil era su “amigo” y que juntos disfrutarían de un refrescante baño nocturno.
El peculiar suceso ocurrió cerca de las 21:30 horas, frente al Palacio de Gobierno y la fuente El Pescador. Testigos relatan cómo el hombre, aparentemente en situación de calle y bajo los efectos de diversas sustancias, se sumergió en la bahía decidido a capturar al cocodrilo «por el pescuezo». Pero, como todo buen amigo que sabe cuándo retirarse, el cocodrilo optó por nadar en la dirección opuesta, dejando al intrépido hombre con las ganas de un abrazo reptiliano.
A pesar de las súplicas de los presentes, quienes intentaron hacerle entrar en razón, el hombre siguió adelante con su misión, ajeno al peligro real de su empresa. Afortunadamente, después de varios minutos de tensión, los testigos lograron convencerlo de que tal vez era mejor dejar la lucha acuática para otro día. Poco después, el hombre abandonó la escena, justo antes de que llegaran las autoridades.
Hasta ahora, no se conoce la identidad del sujeto ni si las autoridades tomarán medidas para protegerlo, o para recordarle que algunos amigos son mejores a distancia, especialmente si tienen dientes afilados y una cola poderosa.
Chetumal nos ha dado una historia que, aunque curiosa, nos recuerda que en la vida, como en la naturaleza, es mejor no forzar las amistades, especialmente si están en el agua y tienen más dientes que nosotros.