septiembre 27, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

Quintana Roo Ahora.- A pesar de las alertas emitidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el creciente número de contagios de la viruela símica, o “viruela del mono”, en Quintana Roo parece que la preparación para un posible nuevo confinamiento es cuestionable. Los ciudadanos expresan preocupaciones que van más allá de la salud, tocando las fibras más sensibles de la economía local, principalmente la que depende del turismo.

Brenda Rojas González, quien trabaja en el sector turístico, relata con angustia cómo aún sufre los estragos financieros de la pandemia del COVID-19. Los intereses de su deuda hipotecaria se dispararon al no poder realizar los pagos a tiempo. “La economía del estado depende de manera directa e indirecta del turismo, y volver a una situación como la del COVID-19 sería un golpe financiero muy duro”, asegura con preocupación.

Sofía N., propietaria de un pequeño restaurante en Cancún, comparte el mismo sentimiento de incertidumbre. La pandemia fue un golpe devastador para su negocio, y teme que un nuevo confinamiento, esta vez por la viruela del mono, podría ser el golpe final. “No podemos permitirnos otro cierre, la economía depende del turismo”, afirma, haciendo un llamado a las autoridades para que actúen con rapidez y eficiencia para evitar la propagación de esta enfermedad.

La historia de Quintana Roo con la viruela símica comenzó el 18 de julio de 2022, cuando se diagnosticó el primer caso, según confirmó el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE). Desde entonces, los casos han ido en aumento, con 191 en 2022, 47 en 2023, y ocho en lo que va de 2024, con el más reciente confirmado ayer. A nivel nacional, Quintana Roo ocupa el segundo lugar en número de casos, solo por detrás de la Ciudad de México.

Carlos Arturo Fernández Nava, médico general en Cancún, señala una preocupante realidad: gran parte de la población no adoptó las medidas preventivas de sanidad de forma habitual. Durante la pandemia de COVID-19, muchos ignoraron las reglas de confinamiento, el uso de cubrebocas y evitar aglomeraciones. “Hay mucha desobediencia social, a pesar de cualquier alerta u advertencia médica”, lamenta.

La viruela símica, aunque menos conocida que el COVID-19, es una infección viral grave que puede causar erupciones dolorosas y lesiones en la piel. El reciente brote en África y la declaración de una emergencia de salud pública de importancia internacional por parte de la OMS subrayan la necesidad de tomar en serio esta amenaza. La transmisión de persona a persona ocurre principalmente por contacto directo con lesiones o fluidos corporales, lo que pone en riesgo a toda la población, especialmente a los inmunodeprimidos.

La Secretaría de Salud federal ha emitido recomendaciones claras, como evitar el contacto estrecho con personas que presenten lesiones, mantener una buena higiene y buscar atención médica inmediata si se presentan síntomas. Sin embargo, ¿serán suficientes estas medidas para evitar un nuevo colapso en una región tan dependiente del turismo? La respuesta aún está por verse, pero lo cierto es que el fantasma de la pandemia sigue acechando a Quintana Roo, y sus habitantes no parecen estar dispuestos, ni preparados, para enfrentarlo de nuevo.

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