septiembre 28, 2025

Quintana Roo Ahora

Quintana Roo.- Ah, el Tribunal Superior de Justicia de Quintana Roo, ese bastión de eficiencia y transparencia que todos soñamos. A dos años de que Heyden Cebada Rivas asumió la Presidencia, seguimos viendo lo mismo de siempre: corrupción, conflictos de intereses y nombramientos a modo como pago de favores. Porque, claro, la justicia en Quintana Roo es tan rápida y gratuita como el Artículo 17 de la Constitución lo promulga, ¿no?

Con un presupuesto anual de 985 millones de pesos para 2024 y magistrados que ganan más de 186 mil pesos mensuales, uno pensaría que la justicia en este estado sería ejemplar. Pero no, aquí seguimos, atrapados en un mar de corrupción, bajo la complicidad de un Consejo de la Judicatura que, en teoría, debería garantizar el buen desempeño de magistrados y jueces.

La lentitud en la impartición de justicia y un rezago de expedientes que parece nunca acabar son solo la punta del iceberg. Los abogados y especialistas del derecho en Quintana Roo coinciden en que el TSJQROO mantiene una enorme deuda con los quintanarroenses en términos de impartición de justicia. Recordemos que la designación de Cebada Rivas fue aprobada en medio de fuertes polémicas, ignorando varios apartados del Artículo 101 de la Constitución de Quintana Roo. Al parecer, haber sido titular de una notaría y síndico del Ayuntamiento es suficiente mérito para liderar el Tribunal.

Y hablemos de sueldos, porque nada dice “austeridad republicana” como un magistrado presidente que gana 265 mil 109 pesos al mes, mucho más que el propio Presidente de la República. Claro, porque impartir justicia desde el TSJQROO debe ser un trabajo tan extenuante que merece un salario de tres millones 181 mil 308 pesos al año. Los Magistrados Supernumerarios tampoco se quedan atrás con sus 192 mil 734 pesos mensuales. Y no olvidemos al secretario particular del Magistrado Presidente, que gana un modesto sueldo de 49 mil 626 pesos al mes.

El columnista Jorge Martínez Lugo, en su crítica mordaz, acusa que los diputados han dado a Cebada Rivas manga ancha para crear fideicomisos opacos con recursos públicos, convirtiéndolo en una especie de “magistrado imperial”. Bajo su jurisdicción, este magnate de la justicia maneja fideicomisos con una transparencia que dejaría envidiosos a los bancos suizos.

Nombramientos a modo, falta de carrera judicial y amigos en altos lugares parecen ser las claves para ascender en el TSJQROO. Tal como Omar Yael Landeros Rosado, quien pasó de ser secretario particular a juez de ejecución. Porque aquí, más que méritos, lo que importa son las conexiones.

Así que, mientras esperamos esa justicia rápida y gratuita prometida por la Constitución, seguimos viendo cómo nuestros impuestos se destinan a mantener este espectáculo de ineficiencia y corrupción, donde el verdadero logro es sobrevivir a la burocracia sin perder la esperanza. ¿Alguien dijo «Estado de Derecho»? Aquí parece ser solo una broma de mal gusto. Con información de El Despertador QR

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