septiembre 27, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

Acapulco.- Hace casi un año, Acapulco fue sacudido por las ráfagas de viento que paralizaron la ciudad. Hoy, es la lluvia torrencial la que ha colapsado nuevamente a este puerto turístico, dejando a su principal zona, la Diamante, bajo el agua. Más de 40 colonias están completamente inundadas y miles de personas se encuentran atrapadas en sus casas, mientras la ayuda de rescate llega a cuenta gotas.

El huracán John, que ha oscilado entre ser una tormenta tropical y un huracán de categoría tres, ahora ha retomado fuerza como huracán categoría uno. Acapulco, una vez más, está sumido en el caos. Las principales arterias viales, como la Costera Miguel Alemán, la Cuauhtémoc, la Ruiz Cortínez y el bulevar Vicente Guerrero, están cubiertas por casi un metro de agua. Los ríos y arroyos, después de casi cuatro días de lluvias, han llegado a sus límites. La fuerza del agua ya se ha llevado varias casas, como sucedió en el poblado de San Agustín y en la colonia Renacimiento.

Las consecuencias de este desastre no se han limitado a daños materiales. La tragedia ha cobrado la vida de siete personas, entre ellas dos menores. Una niña de tan solo 4 años murió aplastada por una pared que le cayó encima mientras jugaba en el poblado de La Sabana. Su compañero de juego, un niño de 6 años, fue rescatado con vida, pero la devastación ya estaba hecha. A esta pérdida se suma la de otro menor, también de 6 años, cuyo cuerpo fue encontrado entre los escombros de una casa arrastrada por la corriente en la colonia Ecologista, en el poblado La Venta. La madre del niño fue rescatada con vida, pero gravemente herida.

Estas muertes se suman a otras cinco que se han registrado durante el paso del huracán John por Guerrero. El impacto ha sido tal, que empresas de transporte como Estrella de Oro y Coste Line han suspendido sus servicios en las rutas más afectadas, incluyendo Acapulco, Zihuatanejo y otros municipios. Además, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha cortado el suministro eléctrico en la zona Diamante debido a las severas inundaciones.

La pregunta que resuena entre los acapulqueños es: ¿Hasta cuándo? Este tipo de desastres naturales se han vuelto demasiado frecuentes para una ciudad que lucha cada vez con menos recursos para levantarse. La naturaleza parece ensañarse con Acapulco, y aunque las autoridades intentan actuar, la respuesta es cada vez más lenta, mientras las familias afectadas acumulan tragedias.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *