septiembre 28, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

Chetumal.- En apenas un mes desde el arranque de la zafra 2024-2025, los productores de caña de azúcar en Quintana Roo ya enfrentan una crisis que podría marcar el futuro de la región. Según Benjamín Gutiérrez Reyes, dirigente de la organización cañera de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales A.C. (CNPR), se ha detectado la presencia del hongo “fusarium” en los cultivos de caña, afectando aproximadamente 7 mil hectáreas en diferentes ejidos. Y lo peor es que el impacto no se detiene allí: el fusarium avanza rápidamente, poniendo en jaque no solo la producción de este ciclo, sino también el sustento de cientos de familias.

El fusarium no es un desconocido en el mundo agrícola, pero la velocidad con la que ha comenzado a propagarse entre los cultivos cañeros del ejido San Rafael de Pucté tiene a los productores al borde del colapso. Las proyecciones para esta zafra eran ambiciosas: 350 mil toneladas de caña. Sin embargo, apenas un mes después de iniciado el ciclo, los números ya se ven comprometidos. La amenaza de no cumplir por segundo año consecutivo con la meta anual es un golpe devastador, no solo para los cañeros, sino para la economía local, que depende en gran medida de la producción azucarera.

El hongo fusarium no solo afecta la calidad del cultivo, sino que deja un rastro de pérdidas económicas difíciles de asimilar para los productores. La inversión realizada en las hectáreas sembradas podría terminar en humo si no se logra controlar la propagación. El temor entre los cañeros es palpable: si el hongo sigue avanzando, no habrá suficiente caña para abastecer la región, lo que generaría una crisis aún más profunda.

Frente a este panorama, los productores no se han quedado de brazos cruzados. Gutiérrez Reyes informó que han solicitado ayuda urgente a las autoridades estatales, en particular a la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (Sedarpe). La respuesta de la Sedarpe, encabezada por Jorge Aguilar Osorio, ha sido clara: se creará un comité técnico con la misión de buscar soluciones inmediatas para frenar al fusarium antes de que el daño sea irreversible.

Sin embargo, la pregunta que sigue latente es si estas medidas llegarán a tiempo. La caña de azúcar es un pilar fundamental de la economía en esta zona de Quintana Roo, y cada día que pasa sin una acción efectiva es un paso más hacia una temporada de pérdidas incalculables. ¿Lograrán las autoridades y los productores hacer frente a esta amenaza? Solo el tiempo lo dirá, pero lo que está claro es que la sombra del fusarium ya ha comenzado a eclipsar la esperanza de una zafra exitosa.

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