Redacción / Quintana Roo
CANCÚN.- En un mundo donde el bienestar emocional se convierte cada vez más en una prioridad, los consultorios médicos del Ayuntamiento de Benito Juárez están reflejando esta tendencia. Un impactante 25 por ciento de las 90 personas que asisten a estos consultorios cada día lo hacen por temas emocionales. Este dato, que se presenta como una clara señal de que la salud mental está en la agenda pública, revela que la juventud, en particular, está enfrentando una ola de retos emocionales en la que la depresión, la ansiedad, problemas de pareja y trastornos de la conducta alimentaria son protagonistas.
La mayoría de estos pacientes son jóvenes de entre 18 y 28 años, un grupo demográfico que ha visto cómo su vida cotidiana se ha visto alterada de manera drástica tras la pandemia. Según Héctor González, director de Salud en Benito Juárez, este fenómeno de un aumento en las consultas por problemas emocionales es «inédito» y ha crecido notablemente desde la contingencia sanitaria. Las presiones generadas por la pandemia, junto con los desafíos inherentes a la juventud, han empujado a muchos a buscar apoyo profesional.
Afortunadamente, los consultorios municipales no se han quedado atrás en esta carrera por la salud mental. Cada semana, se ofrecen alrededor de 450 consultas médicas, de las cuales 112 están dedicadas específicamente a abordar cuestiones psicológicas. Los consultorios cuentan con un equipo especializado que incluye un psicólogo clínico y un psicopedagogo, quienes están preparados para ofrecer herramientas y estrategias que ayuden a los pacientes a enfrentar sus problemas emocionales.
Lo que es aún más esperanzador es que la conciencia sobre la importancia de la salud mental ha ido en aumento. Las personas, especialmente los jóvenes, ya no se sienten reacias a buscar ayuda. Esta apertura hacia la terapia y el acompañamiento emocional es un paso fundamental para desestigmatizar las consultas psicológicas y reconocer que, al igual que la salud física, la salud mental también merece atención y cuidado.
El desafío ahora es mantener este impulso. Es fundamental que tanto los gobiernos como la sociedad continúen apoyando la creación de espacios donde las personas se sientan seguras para expresar sus vulnerabilidades y buscar ayuda. Con el aumento de las consultas, queda claro que los ciudadanos de Benito Juárez están listos para enfrentar sus demonios emocionales, y lo están haciendo con la ayuda adecuada. En esta lucha por el bienestar, cada consulta se convierte en un pequeño triunfo que nos acerca a un futuro más saludable y equilibrado.
