septiembre 29, 2025

Paso En Falso

Quintana Roo se encuentra en un momento histórico. La colaboración entre la gobernadora Mara Lezama y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha dado sus primeros frutos con un proyecto que promete transformar el futuro de nuestro estado: la construcción de la carretera Cancún-Costa Mujeres. Este no es sólo un logro de infraestructura, sino un reflejo de la capacidad de gestión de las mujeres en el poder, quienes están abriendo caminos —literal y simbólicamente— hacia un futuro más próspero y conectado.

La importancia de esta carretera va mucho más allá del asfalto. Cancún es la joya turística del Caribe mexicano, pero su potencial no ha sido aprovechado al máximo debido a la falta de vías que conecten eficientemente otras zonas en desarrollo, como Costa Mujeres, un destino que ha comenzado a florecer en los últimos años. Esta nueva infraestructura será el puente que impulse el crecimiento económico en áreas que, aunque geográficamente cercanas, parecían distantes por la desconexión vial.

Sin embargo, lo que más resalta de esta gestión es el trabajo conjunto de tres mujeres comprometidas con el bienestar de los quintanarroenses: Mara Lezama, Atenea Gómez Ricalde, presidenta municipal de Isla Mujeres, y Claudia Sheinbaum. A través de su colaboración, han demostrado que la política, cuando es gestionada desde la empatía y el compromiso, puede generar resultados palpables para la población.

Este proyecto no sólo traerá desarrollo económico, sino también justicia territorial. Durante años, la falta de conectividad ha limitado el acceso a oportunidades para las comunidades del norte de Quintana Roo, especialmente en Isla Mujeres, donde la movilidad hacia otras zonas ha sido un reto constante. Con la construcción de esta carretera, el horizonte para los isleños se amplía. El turismo crecerá, las inversiones llegarán, y las familias podrán acceder a mejores condiciones de vida.

El liderazgo de Mara Lezama y la coordinación de Atenea Gómez son un ejemplo claro de cómo la visión de desarrollo puede alinearse con el bienestar social. No es casualidad que ambos gobiernos locales estén integrando una perspectiva de género en su gestión, poniendo en el centro de sus políticas a las personas. Este tipo de liderazgo es el que necesitamos para combatir las desigualdades y para construir un Quintana Roo más justo y equitativo.

Ahora, más que nunca, es evidente que las mujeres en la política no sólo han llegado a ocupar cargos, sino a transformar realidades. La sinergia entre Sheinbaum, Lezama y Gómez Ricalde no es un simple evento político, es el reflejo de una nueva era en la que las decisiones se toman pensando en el largo plazo y en el bienestar colectivo. Es el momento de reconocer que el futuro de Quintana Roo está en manos de quienes comprenden la importancia de trabajar de manera conjunta y, sobre todo, de quienes están dispuestas a hacer los sacrificios necesarios para que los beneficios lleguen a todos los sectores de la población.

Este logro también nos invita a reflexionar sobre la necesidad de continuar apoyando liderazgos femeninos en la política. Las mujeres han demostrado, una y otra vez, que tienen la capacidad de liderar con firmeza y empatía. Este es solo el comienzo de una nueva etapa para Quintana Roo, una etapa en la que las decisiones más importantes están guiadas por el compromiso de construir un futuro mejor.

Es tiempo de bienestar, es tiempo de las mujeres.

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