mayo 24, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

Ah, Raciel López Salazar. El hombre, el mito, el líder… de la mafia chiapaneca, que ha logrado lo que pocos: ser destituido como todo un “delincuente” de la Secretaría de Seguridad Pública en Puebla solo para ahora encontrar un hogar en Quintana Roo. Claro, un hogar muy cálido y con un puesto para nada modesto, pues el gran Raciel ha tomado protesta —como regalo de bienvenida— nada menos que como titular de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Quintana Roo, ¡y por 12 años más! Todo gracias a una conveniente reforma legislativa impulsada por el grupo parlamentario de Morena. Porque, ¿quién no quisiera un líder con semejante currículum?

Para quien no esté al tanto de sus “méritos”, hablemos de su historial: denuncias de abuso de poder, corrupción, tráfico de influencias, extorsiones y su especialidad, la fabricación de carpetas de investigación. Básicamente, lo que cualquiera esperaría de un funcionario que busca “mejorar la seguridad” de su nuevo estado. En Puebla, dejó huellas indelebles, tanto que el exgobernador Miguel Barbosa lo destituyó de forma contundente, tildándolo nada menos que de “líder de la mafia chiapaneca”.

Ah, pero no llegó solo. A Raciel le gusta estar rodeado de amigos de “calidad”. Lo acompañan figuras como Karina Sauceda, experta en vialidad (o en algo parecido) y Pedro Toro Peña, todo un maestro en la “coordinación judicial”, y ambos fueron destituidos junto a él en Puebla. Pero eso no es nada. Raciel, cual director de una empresa de servicios exclusivos, también cobraba favores en prisión: alquiler de celdas VIP, entrada de “sustancias” y servicios de “bebidas premium”. Todo un emprendedor. Aunque, claro, obtuvo un amparo. Porque, ya se sabe, la ley es para todos, especialmente para él.

Y en Chiapas, la cosa no fue diferente. De su paso como fiscal de 2009 a 2018, fue acusado de enriquecimiento ilícito, represión de protestas y persecución a críticos. ¡Un todo terreno! Y, por supuesto, no sería una buena mafia sin “la familia”: en la Ciudad de México, familiares del gran Raciel fueron sorprendidos con paquetes de “medicina alternativa” (también conocida como cocaína). Una de las detenidas, la célebre Carmen Fabiola N., la ahijada del exfiscal, se distingue por sus cuatro kilogramos de “productos para cortar” y su cercanía con el fiscal actual de Chiapas, Olav Gómez Hernández. Todo un negocio familiar.

Así que aquí estamos, en Quintana Roo, celebrando la llegada de Raciel como fiscal por 12 largos años. Porque, al parecer, no hay mejor referencia para ocupar un cargo de seguridad pública que un historial de escándalos y conexiones con lo mejor de “la mafia chiapaneca”. ¡Salud por Quintana Roo y su nuevo guardián!

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