
Redacción / Quintana Roo Ahora
Quintana Roo.- Un nuevo accidente se registró en el Hospital General de Chetumal cuando dos enfermeras sufrieron descargas eléctricas debido al mal estado de la instalación eléctrica del nosocomio. Este incidente se suma a una serie de percances ocurridos en las últimas semanas, que incluyen el caso de un trabajador de la salud que también fue electrocutado y debió ser internado en estado delicado.
La Dirección del Hospital General ha reconocido estar rebasada para corregir los desperfectos y ha informado que no cuenta con presupuesto para atender la situación crítica de la instalación eléctrica. El pasado 23 de octubre, un enfermero, de iniciales M.N., estuvo a punto de morir electrocutado al hacer contacto con una toma de oxígeno. Debido a la gravedad de sus lesiones, fue trasladado a la clínica del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) en Chetumal.
Pese a estos alarmantes incidentes, las autoridades no han tomado medidas efectivas para resolver el problema. Las filtraciones de agua y el mal estado de la infraestructura del hospital han contribuido a la situación. Recientemente, dos enfermeras, identificadas como Andrea y Noemí, sufrieron descargas eléctricas. La primera fue electrocutada en el área de urgencias pediátricas el 24 de octubre, un día después de que su compañero sufriera el mismo destino, mientras que Noemí recibió una descarga el 30 de octubre.
Los trabajadores del hospital han manifestado su frustración ante la inacción del personal de mantenimiento, señalando que solo se limitan a «darse una vuelta» y no solucionan los problemas. Hasta el momento, no se ha identificado la fuente de los desperfectos, aunque los pasillos del hospital se han convertido en un lugar peligroso, con cubetas colocadas para recoger el agua que gotea del techo y plafones que continúan cayendo.
El enfermero electrocutado que fue dado de alta se enfrenta ahora a presiones para firmar un documento que falsamente describe su accidente como un incidente casual ocurrido mientras «caminaba por los pasillos», cuando en realidad estaba atendiendo a un paciente. Además, se le ha responsabilizado por no usar el calzado adecuado en el trabajo, una afirmación que los afectados consideran incorrecta.
La directora del hospital, Liliana Esther López Torres, ha solicitado apoyo al coordinador del IMSS-Bienestar, Moisés Alejandro Toledo Pensamiento, para abordar la grave situación del hospital, informando que la capacidad de la dirección ha sido sobrepasada y pidiendo la contratación de una empresa externa para solucionar los problemas eléctricos. Esta es la primera vez que se admite oficialmente que varios trabajadores han sufrido descargas eléctricas en el hospital.
Además de la directora, se ha responsabilizado a la subjefa de enfermeras, Vilma Domínguez Itzáy, y al jefe de mantenimiento, conocido como «Guenadi», ya que se habían registrado incidentes similares antes del accidente del enfermero. A pesar de la gravedad de la situación, la Secretaría Estatal de Salud (Sesa) no ha emitido ninguna declaración al respecto.