Redacción / Quintana Roo Ahora
Isla Mujeres.- Obreros provenientes de Puebla y Veracruz, contratados para trabajar en la construcción del hotel H10 en Isla Mujeres, enfrentan una situación indignante y desesperante. Tras el derrumbe en la obra, no solo perdieron sus empleos, sino que ahora los dueños del hotel se niegan a devolverles sus herramientas y a pagarles los salarios que les corresponden.
El panorama es aún más desolador debido al abandono por parte del sindicato CROC, que inicialmente prometió apoyo a los trabajadores. Según los propios afectados, el gremio ha ignorado sus demandas. “Nos prometieron respaldo, pero ahora nadie responde”, expresó un obrero con evidente frustración.
El derrumbe, además de poner en riesgo la vida de los trabajadores, marcó el fin de su única fuente de ingresos. Ahora se enfrentan a la incertidumbre de estar en una ciudad lejana, lejos de sus hogares, y a la injusticia de no poder recuperar sus herramientas ni recibir el pago de su trabajo.
“Ni el hotel ni la CROC se hacen responsables. Nos dejaron sin nada y no podemos ni llevarnos nuestras herramientas. ¿Cómo volvemos a trabajar?”, denunció otro obrero, visiblemente afectado por la situación.
Hasta el momento, ni los representantes del hotel H10 ni los líderes sindicales de la CROC han emitido declaraciones claras al respecto. Mientras tanto, las familias de estos trabajadores quedan en la deriva, dependiendo de la solidaridad de personas cercanas que les han brindado alimentos y refugio temporal.
