Redacción / Quintana Roo Ahora
Cancún, Quintana Roo. – En un caso que ha sacudido el gremio de taxistas de Cancún, el juez de control vinculó a proceso a Juan Manuel “N”, alias “Mulay”, de 61 años, coordinador de vigilancia del Sindicato de Taxistas “Andrés Quintana Roo”, acusado de estar implicado en el asesinato de dos hermanos taxistas, presuntamente torturados y ejecutados en represalia por intentar trabajar en un sitio no autorizado.
La Fiscalía General del Estado informó que los hechos ocurrieron el 11 de septiembre, cuando uno de los hermanos fue retenido por miembros del sindicato tras intentar recoger pasajeros fuera de los puntos permitidos. Al llegar su hermano para auxiliarlo, ambos fueron llevados por la fuerza a las oficinas del sindicato, ubicadas en la Supermanzana 92, donde habrían sido brutalmente torturados. Finalmente, las víctimas fueron trasladadas y ejecutadas en la carretera Valladolid-Leona Vicario.
Este crimen no es un hecho aislado, sino parte de un conflicto más amplio dentro del sindicato. El Sindicato de Taxistas “Andrés Quintana Roo” es el más grande de México, con 8,600 concesionarios y 10,000 operadores, operando como un monopolio autorizado en la región turística de Cancún. Sin embargo, recientes investigaciones han revelado la presunta relación de sus líderes con actividades ilícitas, lo que ha generado gran preocupación en la comunidad.
Días atrás, Jonathan “N”, alias “Poninas”, fue vinculado a proceso como autor material del asesinato de los dos hermanos. Ahora, Juan Manuel “N” permanecerá en prisión preventiva por un periodo de dos años mientras avanzan las investigaciones. Además, las autoridades señalaron que otros líderes del gremio están bajo investigación; entre ellos, Salomón Alfonso “N”, alias “Mafer”, secretario general interino, y Óscar “N”, líder del sindicato. Ambos habrían ordenado el asesinato de José Luis, un taxista que se oponía a la distribución de drogas entre los miembros del sindicato.
José Luis fue asesinado el 25 de octubre, con 20 disparos, en lo que parece ser un ajuste de cuentas. Su cuerpo fue hallado días después en la Supermanzana 59, con impactos de bala de calibres .380 y 9 mm.
Este caso ha puesto de relieve las graves problemáticas internas del sindicato más grande de Cancún y ha generado exigencias de transparencia y justicia, dado el poder que ejerce esta organización en la zona. La comunidad espera que se aclaren los vínculos entre sus líderes y grupos criminales, mientras los habitantes y usuarios del transporte demandan un cambio profundo en el gremio de taxistas de la región.
