
Paso En Falso
El panorama político en Quintana Roo sigue siendo un espectáculo de simulación, y el PAN es su principal protagonista. La reciente reelección de Reyna Tamayo como dirigente estatal no es más que una farsa cuidadosamente orquestada, en la que el supuesto partido opositor se ha convertido en un accesorio más de la 4T. ¿Dónde queda la oposición real? Al parecer, en el baúl de los recuerdos, junto con los ideales que alguna vez definieron al panismo.
La autoimposición de Tamayo no solo es un reflejo de los graves vicios internos del PAN-QR, sino también de su inoperancia como contrapeso político. La exclusión de Susana Martínez, quien se perfilaba como una contendiente seria, expone una estructura que prefiere perpetuar el control antes que abrirse a la renovación. ¿Cómo se puede hablar de democracia interna cuando se juega con las cartas marcadas?
Peor aún, la reelecta dirigente celebra su «respaldo» como si de verdad fuera un logro. Pero no hay mérito en ganar una competencia sin contrincantes. Este episodio solo confirma que el PAN de Quintana Roo ha renunciado a su esencia para convertirse en un satélite desgastado del cuatroteísmo caribeño. Su destino, de seguir así, será la extinción política, firmada y sellada con su servilismo.
La presencia de figuras como Mayuli Martínez en este evento no hace más que reforzar la sensación de que todo está cocinado. ¿Es esta la estrategia del PAN para 2027? Si es así, los ciudadanos quintanarroenses deberán buscar alternativas reales, porque está claro que este partido ya no representa un futuro prometedor, sino un triste eco de lo que pudo ser.