
Redacción / Quintana Roo Ahora
Cancún.- El caso de los tres taqueros de la taquería “Don Beto” en Cancún, quienes enfrentaron a un grupo de asaltantes y defendieron su negocio, concluyó con su liberación tras determinarse que actuaron en legítima defensa.
El incidente
La madrugada del jueves 16 de enero, en la supermanzana 516 de Cancún, cinco asaltantes irrumpieron en el establecimiento, amenazando con armas de fuego a los trabajadores y comensales. Uno de los taqueros aprovechó un descuido, desarmó a uno de los agresores y lo hirió con un cuchillo, mientras sus compañeros sometieron a otro y lo encerraron en el baño. Los otros tres delincuentes huyeron del lugar.
El asaltante herido falleció en el hospital, lo que fue clave en la investigación, ya que el Código Penal de Quintana Roo establece que la legítima defensa aplica únicamente en situaciones de agresión real y actual.
Reacciones y presión social
Los tres taqueros, Francisco, Alfonso y José Manuel, fueron detenidos junto con uno de los presuntos asaltantes. La indignación ciudadana no se hizo esperar, con redes sociales impulsando la tendencia #LiberenALosTaqueros. Influenciadores, medios locales y nacionales respaldaron la campaña, argumentando que los trabajadores actuaron para protegerse y defender a los presentes.
Resolución del caso
El sábado 18 de enero, la Fiscalía General del Estado confirmó que los tres trabajadores actuaron en legítima defensa y ordenó su liberación. En un comunicado, la institución explicó que tras las investigaciones y análisis criminalísticos se comprobó que su actuación fue necesaria para repeler la agresión.
El concepto de legítima defensa
De acuerdo con el Código Penal de Quintana Roo, la legítima defensa permite a una persona protegerse ante una agresión real, actual y sin derecho, siempre que la respuesta sea proporcional al ataque.
Próximos pasos
El caso sigue abierto, ya que la Fiscalía busca a los otros tres implicados en el asalto y ha iniciado procedimientos legales contra el único detenido, Alexis Adrián “N”, por el delito de robo con violencia.
Este caso se ha convertido en un símbolo de resistencia ciudadana frente a la delincuencia, resaltando la importancia de la legítima defensa y el respaldo social en situaciones de injusticia.