septiembre 27, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

Quintana Roo.-El reciente Acuerdo ATY 07/2025 ha encendido el debate sobre el futuro del sistema de transporte Va y Ven en Yucatán. Publicado el 24 de enero en el Diario Oficial del Estado, este reglamento otorga a Rafael Hernández Kotasek, titular de la Agencia de Transporte de Yucatán (ATY), amplias facultades para autorizar, regular y monetizar espacios publicitarios en el sistema.

La medida promete generar recursos adicionales para el servicio, pero también plantea cuestionamientos sobre la creciente comercialización de un sistema diseñado originalmente como una solución de movilidad sostenible y amigable.

Publicidad a gran escala: más negocio que movilidad
El acuerdo permite utilizar prácticamente todos los espacios del sistema para publicidad: techos, ventanas, respaldos de asientos, pantallas digitales, paraderos y terminales. Aunque se justifica como una estrategia para recaudar fondos destinados a la mejora del servicio, la magnitud de esta iniciativa sugiere un gigantesco negocio publicitario que podría desvirtuar el propósito original del Va y Ven.

Los concesionarios de transporte están obligados a permitir la instalación de publicidad en sus unidades y paraderos, siempre bajo los términos definidos por la ATY. Esto no solo les impone nuevas responsabilidades, sino que también limita su autonomía, pues cualquier modificación no autorizada podría derivar en multas de hasta $56,570.

Ingresos para la mejora del transporte: ¿promesa cumplible?


Los recursos generados por la publicidad se destinarán, según el acuerdo, a la renovación de la flota, mantenimiento y capacitación del personal. Sin embargo, no queda claro cómo se garantizará que estos ingresos sean transparentes y efectivamente canalizados hacia estas prioridades, especialmente considerando los altos costos ya asociados con el sistema.

El sistema Va y Ven, que inició operaciones en 2020, ha recibido una inversión total de $4,387.8 millones de pesos en tres años. Casi $1,000 millones provinieron de fondos federales no recuperables, mientras que el resto se obtuvo mediante créditos. ¿Realmente estos nuevos ingresos publicitarios serán suficientes para cubrir las necesidades del sistema y reducir la carga financiera sobre el estado?

El movimiento hacia Quintana Roo: ¿coincidencia o estrategia?


Otro punto de interés es que este polémico reglamento se publica apenas días antes de que Hernández Kotasek deje la ATY, el 31 de enero, para asumir la dirección del Instituto de Movilidad de Quintana Roo. Su salida coincide con la convocatoria de una licitación para la compra de equipos y cajeros destinados al sistema Va y Ven, lo que deja preguntas abiertas sobre la continuidad y manejo de los proyectos en curso.

Además, cabe preguntarse si esta estrategia publicitaria podría replicarse en Quintana Roo, donde también se enfrentan retos en materia de movilidad.

¿Un modelo sostenible o una carga disfrazada?


El modelo propuesto en el Acuerdo ATY 07/2025 pone en la balanza los beneficios económicos de la publicidad frente al riesgo de convertir un sistema de transporte público en un escaparate comercial. Aunque la generación de ingresos adicionales podría fortalecer la infraestructura del Va y Ven, es fundamental garantizar la transparencia en el uso de estos recursos y evitar que la movilidad urbana quede subordinada a intereses comerciales.

La llegada de Hernández Kotasek a Quintana Roo podría ser una oportunidad para replicar o incluso mejorar las iniciativas implementadas en Yucatán. Sin embargo, también será crucial observar cómo se equilibran los objetivos de movilidad con las estrategias de monetización, tanto en un estado como en el otro. ¿Es esta la solución que necesita el transporte público, o estamos ante una estrategia que prioriza más el negocio que la movilidad?

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