
Paso En Falso
La reforma a la Ley ISSSTE no es más que otro golpe al bolsillo de los maestros. Con el pretexto de fortalecer las finanzas del Instituto y garantizar el derecho a la vivienda, el gobierno federal pretende triplicar las cuotas laborales, reduciendo aún más los ya castigados salarios del magisterio. Y todo esto sin siquiera haber consultado a los principales afectados. ¿Cuándo se volvió costumbre que la austeridad la paguen siempre los mismos?
Este viernes, los maestros de Cancún y otros municipios de Quintana Roo tomarán las calles para protestar. No es para menos: la nueva fórmula de cálculo basada en el salario integrado, en lugar del salario base, hará que los descuentos se disparen. Se trata de una maniobra disfrazada de justicia social que en realidad encarece la vida de quienes sostienen el sistema educativo. ¿Cómo esperan que los docentes sigan formando el futuro de México si los condenan a un presente de precariedad?
Mientras tanto, el gobierno de Mara Lezama guarda silencio. Todavía no deja claro si apoyará a los maestros o si, como en otras ocasiones, se limitará a decir que no puede hacer nada, que esto es un tema federal. No sería raro verla jugar a la Poncio Pilatos, lavándose las manos y dejando que el descontento se acumule. Pero los docentes no olvidan ni perdonan. La memoria magisterial es larga y las facturas políticas tarde o temprano se cobran.
Los maestros no están pidiendo privilegios, solo justicia. No se puede fortalecer un país debilitando a quienes lo educan. Y si la clase política no lo entiende, la protesta en las calles se encargará de recordárselo.