Redacción / Quintana Roo Ahora
CANCÚN.- La historia se repite y la indignación crece. Una familia colombiana, integrada por los médicos epidemiológicos Cristian Iván García Rincón, Luz Yaneth Becerra y su hijo de apenas tres años, fue retenida y posteriormente deportada a su llegada al Aeropuerto Internacional de Cancún. El motivo: una supuesta alerta migratoria emitida desde Colombia contra García Rincón. La realidad: la alerta nunca existió.
El caso, denunciado por el diario El Colombiano, expone una vez más los atropellos cometidos por las autoridades migratorias mexicanas contra ciudadanos sudamericanos, quienes frecuentemente son víctimas de medidas arbitrarias y maltrato. García Rincón narró que, al llegar al área de migración, fueron sometidos a una revisión excesivamente lenta, les exigieron sus teléfonos desbloqueados y los condujeron a una habitación fría y hostil, donde fueron obligados a firmar documentos para comprobar sus recursos económicos.
Sin explicaciones claras y sin oportunidad de defensa, la familia fue conducida a una segunda entrevista, en la que se les informó que no podrían ingresar a México. «Me preocupaba la dignidad de mi familia, y me daban ganas de llorar al ver a mi hijo allí, tan inocente, víctima de un trato denigrante y xenófobo», relató García Rincón. De vuelta en Colombia, los médicos decidieron indagar sobre la presunta alerta migratoria, pero Migración Colombia les confirmó que tal restricción nunca existió.
Este episodio es uno más en una larga lista de denuncias por parte de turistas sudamericanos que han sido rechazados y deportados injustificadamente en Cancún. Mientras el gobierno mexicano promueve al Caribe como un destino hospitalario, sus autoridades migratorias parecen empeñadas en hacer lo contrario, dejando en evidencia un sistema que, en lugar de filtrar a posibles delincuentes, castiga a familias inocentes con medidas arbitrarias y sin garantía de derechos.
