octubre 31, 2025

Paso En Falso

Quintana Roo sigue buscando pulir su imagen turística con nuevos Pueblos Mágicos, pero ¿de qué sirve una fachada impecable cuando el interior está podrido? La solicitud para que Mahahual y Calderitas se sumen a la lista de destinos con este distintivo parece una estrategia para desviar la atención de problemas más urgentes. Mientras se celebran estas postulaciones, turistas son extorsionados por agentes de migración, el gremio taxista sigue acumulando quejas por abusos y la inseguridad sigue acechando, desdibujando el paraíso que se pretende vender.

No es que Mahahual o Calderitas no tengan lo suyo, pero la verdadera pregunta es: ¿de qué sirve traer más turistas si no se les puede garantizar una experiencia segura y justa? Los videos de agresiones de taxistas a conductores de Uber y los testimonios de viajeros extorsionados en el aeropuerto de Cancún ya forman parte del imaginario colectivo en redes sociales. Y en turismo, la reputación lo es todo. No hay Pueblo Mágico que pueda compensar el miedo de un visitante que siente que en cualquier momento será víctima de un abuso.

El sur del estado, históricamente olvidado en términos de inversión y promoción, sin duda merece más atención. Pero el turismo no sólo es cuestión de branding y distintivos, sino de políticas públicas reales que protejan a quienes llegan con la intención de dejar su dinero aquí. Si los gobiernos locales y estatales no logran poner orden en problemas básicos como el transporte seguro, la corrupción en migración y la creciente violencia, el esfuerzo por elevar la marca Quintana Roo será en vano.

Antes de pedir más Pueblos Mágicos, habría que preguntarse: ¿tenemos un estado seguro y hospitalario para el turista? Porque si la respuesta es no, estamos vendiendo un espejismo. Y los espejismos, cuando se desvanecen, sólo dejan desilusión.

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