Redacción/Quintana Roo Ahora
YUCATÁN.- ¡Vaya lío el que armó el turista alemán en Chichén Itzá! ¿Quién hubiera imaginado que una visita a la pirámide de Kukulcán podría desencadenar semejante tormenta? Este hombre de 38 años, que probablemente pensó que subir la pirámide sería el pico de su aventura, terminó convirtiéndose en el centro de una tormenta de indignación y, por si fuera poco, en el blanco de una multitudes furiosas.
El hombre, que se sintió demasiado valiente, decidió no solo desafiar las reglas, sino también al mismísimo Kukulcán.
Subió al templo en el momento exacto en que el fenómeno del descenso de la Serpiente Emplumada se estaba registrando, ¡casi como si quisiera ser el protagonista de la historia! Pero no, el resultado fue un caos: logró llegar hasta la cima, se metió en las entrañas de la pirámide y ahí, probablemente se sintió como Indiana Jones en plena acción, mientras el resto de los turistas se convertían en testigos de la infracción.
Lo peor vino después, cuando la multitud, indignada, decidió no solo reprenderlo verbalmente, sino ir un paso más allá… ¡lo agredieron físicamente! ¿Y qué pasó cuando intentaron bajar al valiente escalador? Pues, claro, un enfrentamiento de proporciones épicas, con la Guardia Nacional interviniendo para evitar un “linchamiento arqueológico”.
Desde 2006, subir la pirámide está totalmente prohibido, todo por el bien de su conservación y para evitar daños. Pero este no es un caso aislado, ya que al menos tres personas más se han arriesgado a desafiar las normas en los últimos años.
