
Redacción / Quintana Roo Ahora
ESTADOS UNIDOS.- Apple, la gigante tecnológica conocida por sus innovadores dispositivos, está dando un giro estratégico en su producción. De acuerdo con un informe de The Wall Street Journal, la empresa planea aumentar significativamente su producción de iPhones en India, un movimiento que responde directamente a la guerra comercial entre Estados Unidos y China y a los altos aranceles impuestos por el expresidente Donald Trump. Esta decisión, que representa un fuerte golpe para China, que ha sido durante años el principal centro de fabricación de Apple, marca el ascenso de India como nuevo polo tecnológico y de manufactura.
La guerra comercial de Trump y su impacto en Apple
La guerra comercial entre Estados Unidos y China, intensificada bajo la administración de Trump, ha afectado de manera notable a empresas globales como Apple. Tras la imposición de un arancel del 34% a productos chinos, el gigante de Cupertino vio una caída significativa en el desempeño de sus acciones, con la peor caída en tres días en los últimos 25 años. Además, los nuevos aranceles, sumados a los ya existentes, elevan los costos de fabricación en China, lo que obligó a Apple a buscar alternativas más rentables.
India: la salida rápida ante los aranceles
A diferencia de China, que enfrenta un arancel de hasta el 54% (que podría llegar al 104% en caso de nuevas medidas de Trump), India se presenta como una opción más atractiva con un arancel de solo el 26%. Este diferencial de costos podría significar una reducción en el precio de fabricación de los dispositivos, haciendo que Apple mantenga la competitividad de sus precios sin trasladar el impacto a los consumidores finales. Según estimaciones, la producción de un iPhone 16 Pro en China podría incrementar su costo en hasta 300 dólares debido a los aranceles, mientras que en India, ese incremento sería de aproximadamente 150 dólares.
Apple acelera su presencia en India
Actualmente, India produce aproximadamente el 14% de los iPhones premium de Apple, pero la compañía tiene planes ambiciosos para 2025, con la intención de fabricar 25 millones de iPhones en territorio indio. De estos, al menos 10 millones estarán destinados al mercado interno, y el resto podría abastecer hasta la mitad de la demanda estadounidense. Apple ya ha tomado medidas adicionales, como el envío de aviones cargados de productos desde China e India a Estados Unidos, para mitigar los efectos inmediatos de los aranceles.
La política de Trump: ¿Por qué Apple no produce en EE. UU.?
Aunque Trump ha insistido en que las empresas eviten aranceles fabricando en Estados Unidos, el alto costo laboral es una barrera significativa. Según el analista Wayne Lam, fabricar un iPhone en EE. UU. costaría diez veces más que en China, sin contar con los costos adicionales de importación de componentes. Esto hace que, a pesar de las presiones políticas, India siga siendo una opción más viable para Apple.
Implicaciones geopolíticas: India y China, una rivalidad más allá de la economía
El movimiento de Apple también tiene profundas implicaciones geopolíticas. Las tensiones entre India y China, exacerbadas por disputas territoriales como el conflicto en el Valle de Galwan, han llevado a India a fortalecer sus lazos con Estados Unidos y otras potencias del Indo-Pacífico, como Japón y Australia. Mientras tanto, China continúa estrechando sus relaciones con naciones como Pakistán y Sri Lanka, lo que coloca a India en una posición estratégica para aumentar su influencia en la región.
El futuro de Apple y la cadena de suministro global
A medida que los aranceles estadounidenses contra China siguen vigentes y los costos de producción en el país asiático continúan elevándose, se espera que Apple continúe su estrategia de trasladar su producción a India. Si Trump mantiene su postura y no retira los aranceles, los nuevos impuestos podrían entrar en vigor en las próximas semanas, acelerando aún más el cambio en la cadena de suministro global de Apple.
Con este giro, India podría consolidarse como una nueva superpotencia manufacturera en Asia, reduciendo la dependencia de China en la producción de dispositivos electrónicos y transformando la dinámica del comercio global. Esta decisión de Apple podría marcar un antes y un después en la historia de la manufactura tecnológica.