Redacción / Quintana Roo Ahora
Cancún.- Parece que alguien no captó el mensaje la primera vez, porque el bar Emporio, ubicado en la Supermanzana 228 de Cancún, volvió a ser el escenario de un ataque armado cerca de la medianoche. Afortunadamente (o milagrosamente), no hubo reportes de personas lesionadas, lo que ya está empezando a parecer una tradición en estos atentados.
Un grupo de sujetos armados decidió que era buena idea darle una «decoración» nueva al establecimiento con unos cuantos impactos de bala. Esta vez, usaron armas largas para dejar claro su punto. La balacera ocurrió en la calle 79, casi esquina con la avenida Niños Héroes, un lugar que, por lo visto, ya está en la ruta turística del crimen organizado.
Lo curioso es que este ataque llega apenas unos días después de que el mismo negocio fuera atacado con disparos y bombas Molotov. Porque si una vez no es suficiente, mejor intentarlo otra vez, ¿no? Y en ambas ocasiones, el resultado ha sido el mismo: muchos disparos, muchos daños materiales y cero personas heridas. Tal vez los atacantes están practicando su puntería o simplemente disfrutan dejar mensajes a su manera.
Como dicta el protocolo, elementos de la Policía Municipal y agentes ministeriales acudieron al lugar para acordonar la zona y simular que investigan. Peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) hicieron su parte recogiendo los casquillos percutidos, como si en esta historia se fuera a descubrir algo nuevo.
Hasta el momento, la FGE no ha dado información sobre el móvil de los ataques. Aunque, vamos, no hay que ser genios del crimen para imaginar que se trata de otro caso de «cobro de derecho de piso» por parte de grupos delictivos, una práctica tan común en Cancún como los turistas en la zona hotelera. Así que mientras las autoridades «investigan», el bar Emporio sigue sumando balas a su decoración, a la espera de su próximo «remodelado» por cortesía del crimen organizado.
