
Redacción/Quintana Roo Ahora
CIUDAD DE ,ÉXICO.- Con la llegada de mayo, medios y redes sociales en México se llenan de advertencias sobre un insecto que ha generado temor por su apariencia intimidante: el llamado “alacrán con alas”. A simple vista, parece una criatura sacada de una película de terror, pero su verdadero nombre es menos alarmante: pertenece a la familia de los Mecoptera y, aunque su “aguijón” recuerda al de un escorpión, su función no es para atacar… ni siquiera para defenderse.
Pese a las alarmantes comparaciones, estos insectos no son alacranes, ni tienen veneno, ni representan peligro alguno para el ser humano. De hecho, según la Revista Mexicana de Biodiversidad, son más parecidos a una mosca que a cualquier arácnido, y su “aguijón” es en realidad una estructura genital inofensiva. El miedo que provocan es pura apariencia: su amenaza es un mito más que una realidad.
Lejos de ser enemigos, los “alacranes con alas” son aliados silenciosos del ecosistema. Su alimentación se basa principalmente en restos de insectos muertos, y ocasionalmente en polen, néctar o incluso musgo. Esto los convierte en eficientes recicladores naturales que ayudan a mantener el equilibrio en su entorno. Su presencia, más que alarmante, debería ser vista como un signo saludable de biodiversidad.
Estos insectos pasan por un ciclo de vida completo —huevo, larva, pupa y adulto— y suelen aparecer en mayor cantidad durante la primavera. Así que la próxima vez que veas uno revoloteando, no corras ni entres en pánico: aunque parezca sacado de una pesadilla, el “alacrán con alas” es inofensivo, curioso y hasta beneficioso.