septiembre 28, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

CANCÚN.- Una escena de esas que quiebran la rutina y congelan el paso. Así despertó este domingo la Supermanzana 27 de Cancún, donde vecinos del Circuito Coral reportaron el hallazgo de un cuerpo sin vida suspendido de un árbol, en lo que las primeras indagatorias apuntan a un posible suicidio. Fue temprano, cuando la ciudad apenas comenzaba a desperezarse, que la noticia corrió entre murmullos de incredulidad y tristeza.

Los primeros en llegar al sitio fueron elementos de Seguridad Pública, quienes confirmaron el hecho y notificaron a las autoridades ministeriales. Minutos después, personal de Servicios Periciales arribó para realizar el levantamiento del cuerpo y trasladarlo al Servicio Médico Forense. Durante varias horas, el perímetro fue acordonado, mientras se llevaban a cabo las diligencias correspondientes.

Testigos en el lugar señalaron que la víctima era un hombre calvo, con varios tatuajes visibles, aunque no era conocido por los residentes de la zona. Su identidad aún no ha sido confirmada oficialmente, y hasta el cierre de esta nota, se desconocen las causas precisas que lo llevaron a este trágico desenlace.

El silencio que dejó su cuerpo colgado contrasta con las preguntas que empiezan a brotar en la comunidad: ¿quién era?, ¿por qué eligió ese lugar?, ¿qué historias o dolores cargaba consigo? No hay respuestas aún, solo un árbol, una soga y un mensaje que nadie ha podido descifrar del todo.

Las autoridades han señalado que la información es preliminar y que en las próximas horas se emitirá un comunicado con mayores detalles. Mientras tanto, en Cancún, una calle que solía ser transitada por niños, perros y bicicletas, se convierte por unas horas en escenario de duelo y desconcierto.

Y aquí cabe una reflexión más profunda, más humana: cada vez que un cuerpo aparece suspendido en el aire, hay una vida que se rompió por dentro mucho antes. Lo urgente es dejar de mirar solo el final y comenzar a preguntarnos qué podemos hacer para que nadie llegue hasta ahí.

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