
Redacción / Quintana Roo Ahora
José María Morelos, Q. Roo. — Una serie de irregularidades financieras y presunto desvío de recursos públicos han salido a la luz en el Ayuntamiento de José María Morelos, donde el actual alcalde, Erik Borges Yam, es señalado por el desvío de más de $14 millones de pesos mediante obras públicas y ayudas sociales, en complicidad con la Presidenta Honoraria del Sistema DIF Municipal, Marina Balam Cauich, su esposa.
La investigación apunta a un modus operandi estructurado para saquear las arcas municipales, utilizando obras públicas, presupuestos inflados y la simulación de apoyos sociales como mecanismo de desvío. Para ocultar estas irregularidades, el área de Transparencia, encabezada por Gabriel Piña Tuk, ha sido señalada como cómplice al negar el acceso a la información pública solicitada por ciudadanos y medios.
Irregularidades en ayudas sociales: un boquete millonario
Durante el ejercicio fiscal 2024, la Presidencia Municipal reportó un gasto de $9 millones 613 mil 528.44 pesos en «ayudas sociales», sin embargo, sólo se ha comprobado la entrega de $1 millón 268 mil 808.05 pesos, lo que deja un faltante de $8 millones 344 mil 720.39 pesos.
Los reportes trimestrales de entrega de ayudas reflejan montos alarmantemente bajos:
- Primer trimestre: $0.00
- Segundo trimestre: $294,709.96
- Tercer trimestre: $614,231.04
- Cuarto trimestre: $379,867.05
Total reportado: $1,268,808.05
La diferencia entre el presupuesto asignado y el monto comprobado apunta a un presunto desvío de recursos de al menos $8.3 millones de pesos, sin contar las opacidades en el manejo del presupuesto del DIF Municipal, que también recibió $5 millones 965 mil 383.92 pesos adicionales en pleno proceso electoral.
Aumentos presupuestales ilegales durante campaña
En un hecho que ha causado indignación, se documenta que durante la campaña electoral de 2024, el presupuesto de la Presidencia Municipal fue incrementado en más del 150%, pasando de $24 millones 504 mil 600 pesos aprobados originalmente a un total de $65 millones 306 mil 676.14 pesos, tras un aumento de $37 millones 802 mil 275.90 pesos autorizado por el cabildo local.
Para lograr esta expansión presupuestal, se realizó un recorte significativo al presupuesto de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito, que de contar originalmente con $56 millones 706 mil pesos, sufrió una reducción de $17 millones 671 mil 106 pesos, afectando directamente la operación de esta área crítica para el municipio, que enfrenta un aumento en la delincuencia.
Recursos federales sin transparencia
Aunado a lo anterior, se revela que el gobierno federal transfirió este año a José María Morelos un total de $179 millones 278 mil 017 pesos para obras públicas, provenientes de:
- FAISMUN: $143 millones 296 mil 688 pesos
- FORTAMUN: $35 millones 981 mil 238.99 pesos
Sin embargo, no existe información pública disponible sobre la aplicación de estos fondos, lo que alimenta la sospecha de irregularidades en su asignación y ejecución.


Un patrón repetido de opacidad
El presunto desvío millonario en el Ayuntamiento de José María Morelos repite un patrón sistemático de corrupción, en el que los recursos destinados a mejorar la vida de las personas más vulnerables terminan siendo absorbidos por prácticas clientelares, autofavorecimiento presupuestal y una red interna que impide el acceso a la rendición de cuentas.
Organizaciones civiles han comenzado a solicitar auditorías urgentes por parte de instancias estatales y federales, mientras que la comunidad morelense se muestra cada vez más inconforme con la gestión del edil, conocido como «El Rebelde», quien hasta ahora no ha emitido declaración alguna sobre los señalamientos.