
Redacción / Quintana Roo Ahora
Cancún.- La inexplicable lentitud de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Quintana Roo ha convertido la búsqueda de Lorena Ester Bálsamo, de 39 años, en una odisea de frustración y desesperanza para su familia en Argentina. Hace cinco meses que Lorena abordó un taxi en Cancún y jamás volvió a ser vista; sin embargo, pasaron seis largos meses antes de que la FGE activara la ficha de búsqueda que, por ley, debió emitirse de inmediato.
La hermana de Lorena, Patricia, denunció que el consulado argentin0 sugirió inicialmente que su hermana “se había ido por voluntad propia”, mientras un abogado local contratado resultó ser un fraude, dejando a la familia sin opciones reales para indagar el paradero de Lorena. En ese limbo, Patricia fue víctima de llamadas y mensajes intimidatorios —incluso con supuestos contactos de cárteles— que amenazaban con un “final en pedacitos” si no pagaba rescate.




Solo tras la presión mediática internacional —y a seis meses de la desaparición— la FGE activó la búsqueda. Ese vergonzoso retraso expone no solo una falla en los protocolos de atención a víctimas y familiares, sino una negligencia que podría empañar cualquier credibilidad en la autoridad local. ¿Cuántas oportunidades de recabar indicios o impedir un posible crimen se perdieron en ese silencio oficial? La ineptitud de la FGE de Quintana Roo no solo prolonga el calvario de una familia: pone en jaque la confianza pública en las instituciones de procuración de justicia. Urge una investigación exhaustiva y respuestas claras para evitar que otro caso de desaparición quede sepultado en la burocracia.