
Redacción / Quintana Roo Ahora
Por un momento, todos nos emocionamos. La idea de recorrer las maravillas del sur y sureste de México en el famoso Tren Maya suena como un sueño: zonas arqueológicas, cenotes, playas, ciudades coloniales, y todo en un viaje que promete ser cómodo, cultural y único. ¡Qué gran plan para esta Semana Santa!… hasta que escuchas los precios.
A partir del 11 de abril y hasta el 1 de mayo, el Tren Maya lanza sus paquetes turísticos para los viajeros que quieran vivir “la experiencia completa”, con todo y vuelos desde el AIFA, hospedaje en hoteles Tren Maya, y traslados por las rutas más emblemáticas del sureste. ¿El problema? Que esta aventura no baja de los 14 mil pesos, y puede llegar hasta 23 mil dependiendo del recorrido.
Sí, leíste bien. En plena cuesta de abril, con la economía apretada para muchas familias mexicanas, se lanza una oferta que parece más pensada para turistas internacionales que para los locales. Y mientras el gobierno presume que ya 117 familias han utilizado estos paquetes, la cifra palidece frente al número de personas que quisieran pero simplemente no pueden pagarlo.
Las rutas más demandadas como “La Ruta de las Maravillas” o “Mares y Lagunas” suenan hermosas, pero ¿de verdad es necesario desembolsar lo equivalente a dos o tres quincenas para poder acceder a ellas? Más aún cuando el Tren Maya fue anunciado como un proyecto para acercar al pueblo al patrimonio del país, no para convertirlo en una opción de lujo.
Eso sí, todavía queda una esperanza: viajar “por libre”. Si uno puede organizar su ruta, comprar boletos por separado y coordinar su hospedaje, el Tren Maya aún puede ser accesible… pero claro, eso requiere planeación, paciencia y algo de suerte para encontrar disponibilidad.
En resumen: la emoción de viajar en el Tren Maya es real, pero el precio, lamentablemente, también lo es. Ojalá más adelante haya opciones más inclusivas, porque el sureste mexicano no debería ser un lujo para unos cuantos, sino un orgullo compartido por todos.