octubre 29, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

TULUM.- El rugir de los motores, la euforia de un torneo deportivo y el regreso a casa se convirtieron en tragedia la tarde de este viernes, cuando una van que transportaba a un grupo de menores de edad, participantes de un torneo de rugby en Tulum, fue impactada por alcance por un volquete presuntamente perteneciente a la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), en la carretera federal 307, tramo Tulum-Cobá.

En el percance, una niña de tan solo 11 años perdió la vida y al menos 12 personas resultaron lesionadas, algunas de ellas con heridas de consideración. El accidente ocurrió a la altura del kilómetro 10, justo en la entrada al rancho conocido como India Blanca, una zona donde la selva parece absorber el sonido y donde la ayuda, tristemente, tarda en llegar.

Según versiones preliminares, el conductor del volquete no guardó la distancia adecuada y terminó colisionando con la van que transportaba a los pequeños atletas. La unidad siniestrada quedó destrozada del lado trasero, justo donde viajaba la menor fallecida.

En medio de la desesperación, padres y acompañantes de la niña herida decidieron no esperar a los servicios de emergencia y la trasladaron en un taxi particular. Fue en el kilómetro 8.5 donde se encontraron con una ambulancia, pero ya era demasiado tarde: los paramédicos confirmaron que la niña no presentaba signos vitales.

El impacto de esta tragedia no solo resuena en las estadísticas de tránsito del estado, sino en las entrañas de una comunidad deportiva y de familias que apenas estaban formando recuerdos alrededor del esfuerzo, la disciplina y la alegría que suele brindar un torneo infantil.

Elementos de la Policía Municipal acudieron al lugar del accidente y dieron aviso a la Fiscalía General del Estado, que ya realiza las diligencias correspondientes para deslindar responsabilidades. Mientras tanto, la carretera volvió a abrirse al tráfico horas después, pero no así el corazón de quienes presenciaron la pérdida.

Hoy, una familia no regresó completa del torneo. Hoy, el rugby en Tulum está de luto. Y con él, todos los que creemos que un juego debe terminar con abrazos, no con sirenas.

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