mayo 24, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

La Habana, Cuba a 7 de mayo de 2025.— Una nueva emergencia aérea puso a prueba la pericia y sangre fría de un joven piloto mexicano. El vuelo VB755 de Viva Aerobus, que cubría la ruta Miami–Mérida, tuvo que ser desviado la noche de este martes 7 de mayo hacia La Habana, Cuba, tras registrar una falla en uno de sus motores mientras sobrevolaba el mar Caribe. A bordo viajaban 215 pasajeros, quienes fueron salvados por el capitán Roger Alonso Castillo Rivas, de tan solo 31 años de edad.

El Airbus A321-271NX, operado por la aerolínea mexicana de bajo costo, había despegado de Miami con normalidad. Sin embargo, durante su trayecto rumbo a Mérida, Yucatán, una falla en uno de los motores obligó al piloto a tomar una decisión crítica: aterrizar de emergencia en el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, el más cercano en ese momento.

La incertidumbre se apoderó de los pasajeros durante y después del aterrizaje. Algunos de ellos compartieron en redes sociales que no recibieron información inmediata, y denunciaron condiciones precarias en tierra: calor, sed y falta de atención. “Si nos puedes ayudar con unas aguas, ¿al menos, no? y con información; estamos pasando calor, hambre y mucha incertidumbre y miedo”, escribió Ricardo Pérez Solís, uno de los viajeros, en redes sociales.

Viva Aerobus respondió públicamente, informando que un avión de reemplazo fue enviado a La Habana para completar la ruta hacia Mérida. La aerolínea también ofreció cortesías a bordo como compensación por la angustiosa experiencia.

Pero detrás de la emergencia, hay una historia de valentía y profesionalismo. El piloto al mando, Roger Alonso Castillo Rivas, egresó en 2018 del Instituto de Estudios Aeronáuticos de Veracruz como Piloto Comercial y se unió a Viva Aerobus en julio de 2023. Solo dos meses después, fue promovido como capitán de un Airbus A320, y ahora suma a su historial un acto que podría ser considerado heroico.

Hijo del político y empresario campechano Roger Castillo Valencia, el joven capitán logró aterrizar el avión casi planeando, en condiciones extremadamente riesgosas. Según declaraciones de su padre, el propio piloto le envió un mensaje en pleno vuelo, consciente de que podía ser la última vez que se comunicaban. “Por si no volvía”, dijo su padre, revelando la gravedad de la situación.

En tierra, el nombre de Roger Alonso ya es mencionado como un héroe anónimo que evitó una tragedia mayor en los cielos del Caribe.

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