
Redacción / Quintana Roo Ahora
CANCÚN.- El diputado federal del PAN, Ernesto Sánchez Rodríguez, presentó una propuesta insólita en la Cámara: establecer tarifas preferenciales para que familias de bajos ingresos puedan disfrutar de viajes en crucero por el Mar Caribe. La propuesta fue dirigida a la secretaria de Turismo, Josefina Rodríguez Zamora, y busca abrir las puertas del turismo marítimo a sectores tradicionalmente excluidos por su situación económica.
El legislador panista planteó que madres solteras, jefas de familia, obreros, personal médico, burócratas y comunidades rurales con alto desempeño escolar o buenas prácticas ambientales, puedan ser beneficiados con descuentos, premios o rifas que les permitan abordar cruceros, un servicio turístico que —según sus palabras— es percibido hoy como un lujo inaccesible para la mayoría.
Sánchez Rodríguez sostuvo que los gobiernos estatales con litoral pueden desempeñar un papel clave al dialogar con las navieras para otorgar incentivos fiscales o facilidades operativas, a fin de que se comprometan con una política de responsabilidad social. “También hay herramientas desde la Secretaría de Turismo para fomentar este acceso más justo”, declaró.
El diputado aprovechó para lanzar una crítica directa al oficialismo. “En vez de discutir si se debe llamar Golfo de México o Mar de los Mayas, la doctora Sheinbaum debería ocuparse de facilitar el turismo a todos los mexicanos”, expresó, haciendo alusión a la reciente controversia geográfica impulsada por el gobierno federal.
Desde su visión, promover la inclusión en el turismo también es un acto de justicia social. “Tenemos pescadores, albañiles, costureras, campesinos que llevan años de trabajo duro y no conocen el mar, ni mucho menos han soñado con un crucero. Es momento de cambiar eso”, afirmó el legislador, quien añadió que la industria debe mostrar sensibilidad hacia estas poblaciones.
Aunque la propuesta puede parecer populista para algunos sectores, también abre el debate sobre cómo democratizar el acceso a experiencias de esparcimiento y descanso dignas. En un país donde el turismo representa más del 8% del PIB, el derecho a vacacionar sigue siendo un privilegio que muy pocos pueden ejercer.