mayo 24, 2025

Paso En Falso

En el corazón turístico de México, donde las playas de Cancún atraen a millones, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) debería ser un baluarte de justicia para los consumidores. Sin embargo, bajo la dirección de Israel Francisco Malacón Osuna, quien entró en la administración pasada y hace unas horas dejó el puesto, surgen acusaciones que empañan su labor. Empresarios de diversos tamaños señalan que el delegado utilizó la institución como una «caja chica», imponiendo multas basadas en denuncias ciudadanas presuntamente fabricadas, y ofreciendo «soluciones» a cambio de pagos, aprovechando el anonimato que la Profeco debe garantizar a los denunciantes.

Esta situación plantea una grave preocupación sobre la integridad de las instituciones encargadas de proteger al consumidor. Si las denuncias son utilizadas como herramientas de extorsión, se socava la confianza en la Profeco y se vulnera el tejido empresarial de la región. Los comerciantes, en lugar de encontrar un aliado en la Profeco, se enfrentan a un ente que, según las acusaciones, actúa más como un verdugo que como un defensor de sus derechos.

El modus operandi descrito por los denunciantes recuerda prácticas propias de sistemas corruptos, donde la autoridad se convierte en juez y parte, y donde la justicia se negocia en lugar de impartirse, como en los tiempos de Borge, por mencionar un ejemplo. La falta de transparencia y la posibilidad de que se estuviesen fabricando denuncias para justificar multas y extorsiones es alarmante. Es imperativo que se realicen investigaciones exhaustivas para esclarecer estas acusaciones y, de ser ciertas, se tomen medidas contundentes contra los responsables.

En una sociedad que busca erradicar la corrupción y fortalecer el estado de derecho, no podemos permitir que instituciones como la Profeco sean utilizadas para fines personales o corruptos. Es esencial que se restablezca la confianza en la Profeco, garantizando que actúe con transparencia, equidad y en defensa de los derechos de todos los consumidores y empresarios, y es que si estos supuestos son falsos, es acaso una casualidad la salida de Malacón Osuna del puesto, o ya no pudo mantener el hermetismo con sus complices y ha decidido emprender la huida…

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