septiembre 28, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

CANCÚN.- En Cancún, una hora puede hacer la diferencia entre un accidente vial y una llegada segura a casa, entre una noche tranquila y una marcada por la violencia. Esa es la lógica detrás de la nueva estrategia de seguridad que recorta el horario nocturno de bares en el municipio de Benito Juárez. La decisión —tomada desde la Mesa por la Construcción de la Paz— no es caprichosa: es parte de una ofensiva más amplia para contener el desbordamiento de violencia e intoxicación que ha trastocado la vida nocturna de este paraíso turístico.

A partir del 15 de junio, bares y centros nocturnos tendrán que bajar la cortina una hora antes. En la zona centro, el cierre será a las 2:00 a.m. en lugar de las 3:00; en la zona hotelera, de 4:00 a 3:00 a.m. La medida afectará al menos al 30% de los establecimientos, según informó el secretario general del Ayuntamiento, Pablo Gutiérrez Fernández, quien no dudó en justificarla: “Es parte de la misma estrategia que estamos llevando con el gobierno del estado y, eventualmente, los demás municipios transitarán hacia la misma vía”.

Aunque la modificación parece modesta, su trasfondo es profundo: se busca reducir accidentes viales, riñas, delitos y violencia intrafamiliar, fenómenos que se disparan en las últimas horas de la madrugada, justo cuando el alcohol toma el control y la razón pierde fuerza. “Son números que son un foco rojo, y estamos trabajando para reducir eso”, señaló el funcionario tras la aprobación unánime en Cabildo.

La iniciativa, sin embargo, no se hizo sin escuchar a los actores económicos. Julio Villarreal Zapata, presidente de la Canirac en Cancún, reconoció que el ajuste impactará a un 30% de sus agremiados, pero también respaldó el esfuerzo: “No se hizo de manera inventada, se hicieron estudios y se trabajó de la mano con el sector. Puede ser una hora crucial para evitar delitos de alto impacto”.

Mientras algunos empresarios analizan cómo adaptarse —y otros buscan incentivos fiscales para amortiguar las pérdidas—, el mensaje del gobierno es claro: más allá del turismo y la derrama económica, hay un tejido social que necesita ser cuidado. Y eso implica decisiones incómodas, pero necesarias.

La noche en Cancún cambiará. Una hora menos de fiesta puede ser, al final del día, una vida más salvada. Porque a veces, en tiempos de crisis, la seguridad se defiende incluso con el reloj en la mano.

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