Redacción / Quintana Roo Ahora
RUSIA.- Cuando parecía que la diplomacia daba un tímido paso hacia el deshielo con el mayor intercambio de prisioneros de guerra desde el inicio de la invasión, Rusia desató en la madrugada de este domingo una de las ofensivas aéreas más feroces de los últimos meses contra territorio ucraniano: más de 300 drones y 70 misiles impactaron en Kiev y otras doce regiones, dejando un saldo preliminar de al menos 12 civiles muertos, más de 60 heridos y un país sumido nuevamente en la devastación.
El mando militar ucraniano detalló que las defensas aéreas lograron interceptar 266 drones y 45 misiles. Sin embargo, la magnitud del ataque logró penetrar varias zonas, provocando la destrucción o daño de al menos 80 edificios residenciales y originando 27 incendios en distintas ciudades del país. “Una mañana de domingo difícil después de una noche sin dormir”, escribió el canciller ucraniano Andrii Sybiha en su cuenta de X, donde calificó el bombardeo como “el mayor ataque ruso de las últimas semanas”.
Desde Moscú, el Ministerio de Defensa justificó la ofensiva como un golpe estratégico contra fábricas de armamento, centros de inteligencia y comunicaciones satelitales ucranianos. Como ya es habitual en su narrativa, el Kremlin aseguró que “se cumplieron todos los objetivos marcados” con “armas de alta precisión”.
Este recrudecimiento del conflicto ocurre irónicamente en el marco del mayor canje de prisioneros de guerra desde que comenzó la invasión rusa en febrero de 2022. En un esfuerzo diplomático gestado en la reciente reunión de Estambul, Rusia y Ucrania completaron este domingo la tercera y última fase del acuerdo, liberando cada uno a 303 soldados, para sumar mil militares entregados por cada parte. Si bien representa un avance, sigue siendo una fracción del total de combatientes aún en cautiverio.
“Es posible detener la guerra, pero sólo si se ejerce la debida presión contra Rusia”, expresó el presidente ucraniano Volodymir Zelensky en Telegram, al tiempo que pidió a sus aliados reforzar las sanciones contra Moscú para evitar que siga dilatando el conflicto y provocando víctimas civiles.
Del otro lado de la frontera, Rusia reportó ataques ucranianos con drones en ocho regiones de su territorio, incluyendo una docena de aeronaves no tripuladas interceptadas mientras se dirigían hacia Moscú. Además, el ejército ruso continúa su avance dentro de Ucrania, con el objetivo declarado de establecer una «zona sanitaria» en la franja limítrofe.
Según Yaroslav Yakimkin, portavoz del grupo de ejércitos Norte, en los últimos días las fuerzas rusas tomaron el control de las localidades de Marino y Loknya en la región de Sumy, y lograron avances en los alrededores de Volchansk, en Járkov. “Se busca garantizar la seguridad de las regiones rusas de Kursk, Belgorod y Briansk”, justificó el militar.
Entre los misiles, los drones y los discursos, el conflicto ruso-ucraniano vuelve a dejar claro que, por ahora, la guerra avanza más rápido que la paz.
