
Redacción / Quintana Roo Ahora
SIRIA.- Al menos 20 personas murieron y cerca de medio centenar resultaron heridas este domingo 22 de junio durante un ataque suicida en plena misa en la iglesia de Mar Elías, ubicada en el corazón de Damasco, la capital siria. El Ministerio de Salud de Siria confirmó la cifra de víctimas, mientras que autoridades calificaron el hecho como una acción “terrorista” atribuida al grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El atentado, uno de los más mortales en la ciudad en años recientes, se produjo cuando un atacante ingresó al templo y detonó explosivos en medio de los fieles congregados. La televisión estatal Al Ijbariya señaló que el agresor “llevaba consigo una carga explosiva” que hizo estallar dentro del recinto sagrado, provocando una escena de caos y desesperación.
Imágenes transmitidas por medios locales mostraban ambulancias y cuerpos de rescate trabajando entre los escombros, mientras los sobrevivientes eran trasladados de emergencia a hospitales cercanos. Las fuerzas de seguridad sirias acordonaron la zona y comenzaron labores de investigación, aunque hasta el momento no han emitido un reporte oficial que atribuya el atentado a una célula específica.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, organización con sede en Londres que monitorea la situación del conflicto sirio desde 2011, la iglesia estaba completamente llena al momento de la explosión. “Es el primer ataque de esta magnitud en años en Damasco”, advirtió la organización, y señaló que existen células terroristas activas en el sur de la ciudad, cuyo objetivo es desestabilizar la frágil paz alcanzada tras el repliegue de grupos opositores al régimen de Bashar al Asad.
Desde la caída del régimen en diciembre pasado, Siria ha experimentado un frágil período de calma. Sin embargo, este ataque reaviva temores de un posible resurgimiento de la violencia sectaria, especialmente en espacios religiosos que históricamente han sido utilizados como blancos simbólicos por grupos extremistas.
La comunidad cristiana de Siria, una de las más antiguas del mundo, ha sido duramente golpeada por la guerra civil y por años de persecución en regiones ocupadas por el Estado Islámico. El ataque en Mar Elías representa no solo una tragedia humana, sino también una señal de alerta para las autoridades locales e internacionales sobre el persistente riesgo que representa el extremismo en Medio Oriente.