
Redacción / Quintana Roo
Mérida.- Con temple, sangre fría y una valentía digna de admirar, el capitán piloto aviador Roger Alonso Castillo se convirtió en un héroe ciudadano luego de enfrentar una situación crítica en pleno vuelo. El pasado 6 de mayo, mientras comandaba el vuelo VB755 de Viva Aerobús, que cubría la ruta Miami-Mérida, una falla en uno de los motores puso en riesgo la vida de más de un centenar de personas.
La aeronave atravesaba el Golfo de México cuando el capitán, originario de Ciudad del Carmen, Campeche, detectó una grave anomalía en uno de los motores. Sin titubear, apagó el motor dañado, tomó el control total de la situación y desvió la ruta hacia La Habana, Cuba, donde logró realizar un aterrizaje de emergencia exitoso.
“Gracias a Dios y al trabajo en equipo, logramos aterrizar sanos y salvos”, declaró Roger tras el incidente. Lo que pocos sabían es que, ante la gravedad de la situación, incluso se preparó para lo peor: envió un mensaje de despedida a su padre, por si no lograba salir con vida.


Pero la historia tuvo un final distinto. Gracias a su preparación, liderazgo y pericia, todos los pasajeros y tripulantes regresaron con vida, y el vuelo no se convirtió en tragedia.
Por este acto de valor, la alcaldesa de Mérida, Cecilia Patrón Laviada, le otorgó el reconocimiento “Valor Meridano”, una distinción a quienes han demostrado un compromiso extraordinario con la vida y la comunidad.
En redes sociales, familiares de los pasajeros no tardaron en expresar su agradecimiento y admiración. “Gracias por devolvernos a nuestros seres queridos”, escribieron algunos de ellos con profunda emoción.
Roger Alonso Castillo no solo voló un avión. Voló con el corazón en la mano, con nervios de acero y con una determinación que hoy lo convierte en un ejemplo de profesionalismo y humanidad. Un verdadero héroe del cielo.