septiembre 28, 2025

Paso En Falso

En abril de este año, la Dirección de Tránsito Municipal de Benito Juárez lanzó con bombo y platillo la campaña “Cuida tu camino, cuida tu vida”, un supuesto esfuerzo por reducir los accidentes viales que cada vez son más frecuentes y mortales en Cancún. La estrategia consistió en colocar cinco anuncios espectaculares acompañados de autos siniestrados —chatarra real—, con mensajes de concienciación. Pero detrás de esta aparente buena intención se esconde un patrón conocido: el negocio disfrazado de campaña ciudadana. Fuentes internas de Tránsito dicen, supuestamente, que estos autos “decorativos” costaron 150 mil pesos cada uno al erario, como si fueran unidades nuevas, cuando en realidad eran autos de deshuesadero. ¿Quién ganó con esto? Gruas Cardona, la misma empresa señalada desde hace más de una década por prácticas abusivas y cobros desmedidos a los ciudadanos, nuevamente al amparo del gobierno municipal, esta vez encabezado por Ana Paty Peralta.

Lo más alarmante no es sólo el costo inflado de una campaña ineficaz, sino que los datos duros desmienten su propósito: no hubo una reducción en los accidentes. Al contrario, la siniestralidad se mantuvo —incluso después de abril— tras el lanzamiento de la campaña. En los primeros 12 días de enero de 2025, se reportaron más de 50 accidentes, con 25 vehículos volcados y al menos una persona fallecida. Para marzo, el regidor Jesús Pool Moo reportó 101 accidentes sólo en transporte público, con 43 personas lesionadas y dos muertos. En mayo, 20 accidentes ocurrieron en un sólo día; en junio, ya llevamos un choque múltiple en la Av. Tulum con cuatro muertos. ¿De qué sirvieron entonces los espectaculares?

Lo grave aquí no es sólo la ineficacia, sino la opacidad. Tránsito Municipal no ha transparentado las cifras completas de los accidentes ni ha mostrado evaluaciones del impacto de la campaña. Todo parece responder a un modelo de negocios donde la tragedia se convierte en escaparate, y las concesiones en cheques en blanco. Gruas Cardona ha operado durante años bajo este mismo esquema: contratos millonarios por servicios de grúa, tarifas elevadas, amenazas veladas a conductores y una red de complicidades con cada administración municipal en turno. Hoy no es diferente. La alcaldesa Ana Paty Peralta continúa esa tradición, permitiendo que la ciudadanía pague con su bolsillo —y a veces con su vida— el precio de un sistema que prioriza a sus aliados sobre el bien común.

Lo que se requiere en Cancún no son campañas visuales que maquillan la desgracia, sino políticas viales efectivas, infraestructura adecuada, sanciones reales al transporte público imprudente, y, sobre todo, transparencia. Mientras tanto, seguimos conduciendo sobre un camino sembrado de chatarra, simulación y negocios turbios. Y lo más triste es que, si no frenamos pronto, el siguiente en volcarse podrías ser tú.

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