
Redacción / Quintana Roo Ahora
Teherán, Moscú, Jerusalén y Washington son hoy las esquinas de un tablero global que se tambalea tras una ola de agresiones, represalias y anuncios que colocan a Irán en el centro de una nueva tormenta internacional.
Este martes, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, condenó duramente los ataques de Estados Unidos e Israel contra Irán, calificándolos como una “agresión absolutamente injustificada”. Durante una reunión en el Kremlin con el canciller iraní Abás Araqchí, el líder ruso expresó su respaldo al pueblo iraní y envió saludos al líder supremo Alí Jameneí y al presidente recién electo, Masud Pezeshkian.
La guerra en la sombra se cobra vidas
En medio del fuego cruzado, Irán ha pagado un alto costo. Medios locales confirmaron la muerte de al menos 17 miembros de la Guardia Revolucionaria, entre ellos un general de inteligencia, en ataques recientes atribuidos a Israel. Además, un reconocido científico nuclear perdió la vida junto a su esposa y sus tres hijos en otro atentado. La agencia iraní Tasnim, cercana al régimen, informó que 14 de esas muertes ocurrieron durante un bombardeo a una sede militar en la provincia de Alborz.
El programa nuclear, de vuelta al centro del conflicto
En respuesta, Teherán advirtió que reactivará sin restricciones su programa nuclear. La Agencia para la Energía Atómica iraní confirmó que están listos para reanudar el enriquecimiento de uranio, a tan solo doce días del inicio de los ataques israelíes contra sus instalaciones nucleares. “Nuestro programa no se detendrá”, aseguró el organismo, incrementando la tensión geopolítica.
Un cese al fuego frágil, con aroma a tregua electoral
En un giro inesperado, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un cese al fuego «total y completo» entre Israel e Irán, tan solo horas después de que Irán lanzara misiles contra una base militar estadounidense en Catar. La tregua ha sido recibida con escepticismo internacional.
Desde México, la presidenta Claudia Sheinbaum expresó que su administración seguirá siendo «un factor de paz», reafirmando su postura neutral en un conflicto que ha alcanzado niveles críticos.
El futuro inmediato sigue siendo incierto: ¿será el fin del fuego cruzado o solo la calma antes de otra tormenta? Por ahora, Irán promete uranio, Rusia promete apoyo, y las potencias juegan a la paz con los dedos cruzados.