
Redacción / Quintana Roo Ahora
Tel Aviv/Teherán, 17 de junio de 2025 — La tensión entre Israel e Irán ha alcanzado su punto más alto en décadas, con un intercambio directo de ataques militares que ha dejado decenas de muertos, cientos de heridos y una creciente preocupación internacional.
Todo comenzó el viernes pasado, cuando el ejército israelí lanzó una ofensiva sorpresa contra instalaciones clave del programa nuclear iraní. Este bombardeo provocó la muerte de al menos 224 personas y dejó más de mil heridos, según fuentes locales en Teherán. Israel justificó la acción como una medida para frenar el rápido avance del programa nuclear iraní, al que considera una amenaza existencial.
En respuesta, Irán lanzó durante el fin de semana una serie de ataques de represalia en tres oleadas sucesivas, dirigidas principalmente a zonas del centro y norte de Israel. El más reciente ataque ocurrió en la madrugada del domingo, obligando a la población israelí a refugiarse en espacios protegidos. El sistema de defensa aérea “Domo de Hierro” fue activado y logró interceptar varios proyectiles, aunque no pudo evitar todas las víctimas.
El servicio de emergencias Magen David Adom confirmó la muerte de al menos tres personas en la zona de Tel Aviv y más de 100 heridos a nivel nacional. Además, se reportó el fallecimiento de cuatro personas en la ciudad de Tamra, de mayoría palestina, ubicada cerca de Haifa.







“Nuestro gran sistema de defensa aéreo, la Cúpula de Hierro, día a día nos salva de las amenazas de nuestros enemigos”, declaró Ian Odiz, del Centro Peres por la Paz y la Innovación.
Israel e Irán ya se encuentran en su cuarto día de enfrentamientos consecutivos, en lo que representa la primera confrontación militar directa de gran escala entre ambos países tras décadas de hostilidades encubiertas y guerras indirectas en la región.
Mientras tanto, la comunidad internacional ha comenzado a intervenir. El expresidente estadounidense Donald Trump hizo un llamado urgente a ambas naciones para “llegar a un acuerdo”, mientras que Turquía y Rusia han exigido el cese inmediato de las hostilidades.
La situación sigue siendo altamente volátil. Analistas advierten que, de no detenerse, esta escalada podría extenderse más allá de las fronteras de Israel e Irán, arrastrando a otros actores regionales y globales hacia un conflicto de consecuencias impredecibles.