septiembre 28, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

CDMX.- En una movida que pasó prácticamente desapercibida para la mayoría de los medios nacionales, pero que encierra implicaciones políticas de fondo para Quintana Roo, Eugenio Segura Vázquez solicitó licencia como senador de la República, cediendo temporalmente su escaño a su suplente, Francisco Alejandro “Paco” Carrillo Flores.

Fue el pasado viernes cuando la Cámara Alta informó —mediante su comunicado número 1447— que Carrillo Flores rindió protesta como nuevo integrante del Senado, en una breve ceremonia encabezada por el presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña. Junto a él, también fue llamada al pleno Erika Janeth Cabrera Palacios, suplente del senador Cuauhtémoc Ochoa, quien igualmente se separó del cargo.

Aunque la versión oficial se limita a registrar el relevo, sin detallar los motivos de fondo, en círculos políticos y periodísticos se da por hecho que la decisión de Segura no es un mero trámite legislativo. Su salida, coinciden diversas fuentes, responde a una estrategia de posicionamiento rumbo a la sucesión gubernamental de 2027 en Quintana Roo, en la que ya se perfilan figuras clave de Morena que buscarán encabezar el relevo de Mara Lezama.

A la fecha, Eugenio Segura no ha hecho pública una explicación sobre su licencia, lo que genera suspicacias en un contexto en el que las candidaturas de Morena se definirán mediante encuestas, un mecanismo que privilegia la visibilidad mediática y territorial. Con este movimiento, Segura estaría aprovechando el receso legislativo para recorrer el estado, sumar voluntades y fortalecerse como una opción dentro de su partido.

Por su parte, Paco Carrillo, quien hasta hace poco era una figura discreta en la política nacional, asume una posición de alta relevancia a nivel legislativo. Su llegada al Senado ocurre sin mayores antecedentes parlamentarios, lo que lo coloca en una posición expectante frente al último tramo del sexenio obradorista.

En suma, el relevo en el Senado no es un hecho aislado, sino una señal más del reacomodo interno en Morena de cara al ciclo electoral de 2027. Y mientras las encuestas se afinan y las aspiraciones se cocinan en silencio, el tablero político quintanarroense comienza a moverse con piezas que, aunque hoy se presentan como suplentes, mañana podrían estar en la contienda por el poder ejecutivo estatal.

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