Redacción / Quintana Roo Ahora
CANCÚN.- Luego de un nuevo caso de agresión registrado frente a la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de Cancún (AIC), trabajadores del recinto alzaron la voz para exigir la intervención inmediata y constante de la Guardia Nacional, ante la creciente violencia protagonizada por transportistas privados contra turistas.
El incidente más reciente ocurrió el pasado viernes y fue captado en video por las propias víctimas, quienes lo difundieron a través de redes sociales. En las imágenes, se observa cómo un presunto operador del aeropuerto encara de forma violenta a un grupo de turistas extranjeros mientras estos intentaban abordar una unidad de la plataforma Uber. En su frustración, el agresor golpea el vehículo, intenta abrir las puertas y amedrenta al conductor, mientras los pasajeros introducen sus maletas con evidente temor.
“Esto fue a plena luz del día, en un área donde los elementos de seguridad pasan constantemente. ¿Por qué lo permiten?”, cuestionó Alina, vendedora de boletos en el aeropuerto. La trabajadora denunció que este tipo de actos no son aislados, y que se han venido repitiendo en diferentes puntos del aeropuerto, aunque muchos no trascienden públicamente.
Los empleados señalan que los operativos de la Guardia Nacional suelen concentrarse en zonas exteriores, pero no han logrado frenar el hostigamiento hacia usuarios de plataformas digitales de transporte. “Durante la semana hay agresiones en zonas alejadas, pero esto fue justo frente a todos. Exigimos presencia real, no solo rondines”, reclamó Germán, operador de una van autorizada.
La situación ha generado un creciente malestar entre los prestadores de servicios turísticos, quienes advierten que estos actos no solo dañan la imagen del aeropuerto, sino la del destino turístico más importante de México. “No es sólo un pleito entre choferes, es un tema de seguridad y de reputación internacional”, sentenció uno de los trabajadores que prefirió el anonimato.
Hasta el momento, la Guardia Nacional no ha emitido un comunicado oficial respecto al caso, mientras que la Fiscalía General del Estado no ha confirmado si se abrirá una carpeta de investigación.
La presión crece entre el personal aeroportuario y la ciudadanía organizada, quienes ven con preocupación que los esfuerzos por contener este tipo de violencia se queden cortos, mientras los turistas pagan las consecuencias de una disputa sin solución clara a la vista.
