Redacción / Quintana Roo Ahora
González, Tamaulipas – En medio del caos provocado por los remanentes de la tormenta tropical Barry, el alcalde del municipio de González, Miguel Alejandro Zúñiga, demostró que la vocación de servicio no conoce límites ni horarios. La madrugada del martes, en plena emergencia climática, el edil —quien además es médico de profesión— atendió un parto de emergencia en el asiento trasero de una camioneta, mientras una tormenta azotaba la región.
Zúñiga se dirigía hacia una comunidad incomunicada por las intensas lluvias cuando fue alertado sobre una joven embarazada, Debany, atrapada junto a su madre en una brecha anegada. Ante la imposibilidad de trasladarlas a un hospital, el alcalde tomó una decisión inmediata: detener su trayecto y brindar atención médica directamente en el lugar.
“Pudimos llegar a tiempo para auxiliar a Debany y asistir el parto”, compartió el presidente municipal a través de sus redes sociales. Así nació una niña, en condiciones que muchos calificarían de adversas, pero que, gracias a la rápida intervención del alcalde, se convirtió en una historia de esperanza.
Este emotivo episodio ocurrió mientras Tamaulipas enfrenta los estragos de Barry, tormenta que tocó tierra el pasado domingo y cuyos remanentes continúan provocando inundaciones, cierres de caminos y complicaciones en el suministro de servicios básicos.
El gesto de Zúñiga resalta no solo la gravedad de la situación climática en el estado, sino también el valor de la preparación médica y la empatía humana en tiempos de crisis. En plena temporada de ciclones, que afecta a México de mayo a noviembre, la historia de esta nueva vida nacida entre lluvias es también un recordatorio de que la solidaridad puede abrirse paso incluso entre las nubes más oscuras.
