julio 14, 2025

Agencias

CANCÚN. — El Observatorio Legislativo de Quintana Roo informó que de los 31 decretos que se presentaron en el segundo periodo de sesiones en el Congreso del Estado, sólo 10 fueron presentadas por diputados locales.

Eduardo Galaviz Ibarra, presidente de la organización Observatorio Legislativo de Quintana Roo, comentó que, de ellos, cinco son de poca relevancia, pues fueron para cambiar algunos nombres.

 “Dentro de esos decretos, 15 fueron para hacer reforma a leyes, cinco para aprobar las reformas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos como parte del Congreso permanente y, por lo tanto, eso los envía el Congreso de la Unión y 10 decretos que tienen un origen de iniciativas presentadas por diputados”.

Sin embargo, esos 10 decretos, el entrevistado consideró que cinco “son de una poca relevancia porque, por ejemplo, tres son para cambiar el nombre del Parlamento Infantil o la fecha del Parlamento Infantil o cambio de una comisión o para el refrendo de una medalla al mérito ciudadano, etcétera”, es decir, que no tiene implicaciones para la vida cotidiana y solamente  son para una cuestión simbólica.

Asimismo, indicó que, a comparación del primer periodo de sesiones, la productividad cayó al 50 por ciento, pues en aquel periodo se emitieron 73 decretos.

“En el segundo periodo de sesiones vemos que se aprueban 31 decretos, es decir, un poco menos del 50 por ciento de los avalados en el primer periodo de sesiones (…) Pero debemos considerar que ese periodo se da en el mes de diciembre, cuando se presentan las propuestas de leyes de ingresos, presupuestos de los municipios, etcétera, por eso son bastantes”.

Y, en las sesiones extraordinarias, entre ambos periodos, se dictaminaron 25 decretos, de los cuales 21 fueron enviados por el Poder Ejecutivo, lo que demuestra una tendencia que muestra que una buena parte del trabajo legislativo no proviene de los legisladores, sino que reciben y dan trámite a iniciativas provenientes del gobierno estatal. 

Galaviz Ibarra comentó que por ello el Observatorio Legislativo reitera que en la XVIII Legislatura hay una dependencia del Poder Ejecutivo, combinada con una falta de trabajo productivo, pues muchas de aquellas iniciativas que se presentan no son de gran trascendencia, lo que demuestra una baja productividad de los diputados locales, lo que contrasta con sus más de 500 millones de pesos de presupuesto, lo que ubica al Congreso del Estado como uno de los más caro a nivel nacional.

“No tienen ninguna resolución a temas que les ha propuesto la ciudadanía, ni tampoco sobre incidentes como el intentar cambiar la fisonomía de la plaza del Congreso y poner la cafetería”, comentó, para añadir que tampoco se ha dado información de qué se hizo con el presupuesto de 6 millones de pesos que estaba asignado a ese proyecto, ni tampoco ha habido una sanción, ni siquiera un reclamo, por tratar de establecer un negocio y mover los símbolos que había en dicha explanada para que, meses después, tengan que se regresados a su lugar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *