Redacción / Quintana Roo Ahora
Culiacán, Sinaloa.– La madrugada del domingo 29 de junio marcó una de las jornadas más sangrientas del año en Sinaloa, luego de que autoridades localizaran 21 cuerpos sin vida, varios de ellos decapitados y colgados sobre un puente vehicular en la carretera Internacional México 15, al norte de Culiacán.
De acuerdo con la Fiscalía General del Estado (FGE), el hallazgo se registró tras una llamada anónima al número de emergencias que alertó sobre la presencia de cadáveres suspendidos en un puente. Al llegar al sitio, elementos de la Guardia Nacional (GN) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) confirmaron el hallazgo de cuatro cuerpos colgados de sus extremidades inferiores, todos decapitados, así como una bolsa que contenía cinco cabezas humanas.
En las inmediaciones, dentro de una camioneta tipo van estacionada cerca del puente, fueron descubiertos quince cuerpos completos y uno más decapitado, todos del sexo masculino y con heridas visibles por proyectil de arma de fuego. Además, la unidad tenía mensajes escritos en su exterior y una narcomanta, que fue retirada de inmediato por las autoridades.
El traslado de los cuerpos al Servicio Médico Forense (Semefo) se realizó con ayuda de una grúa oficial, mientras la zona era acordonada para preservar las evidencias. Hasta el momento, ninguna de las víctimas ha sido identificada, lo que complica la notificación a sus familiares y la reconstrucción de lo ocurrido.
La FGE informó que se ha abierto una carpeta de investigación para esclarecer los hechos y dar con los responsables. Este múltiple asesinato eleva a 27 el número de homicidios dolosos registrados únicamente en esa jornada, pues siete personas más fueron asesinadas en distintos hechos, incluyendo un ataque armado en el fraccionamiento Jardines de la Sierra, donde un joven perdió la vida y dos mujeres resultaron heridas.
El suceso ocurre en medio de una escalada de violencia en la zona norte del estado, derivada de la disputa entre los grupos criminales Los Chapitos y La Mayiza por el control de rutas y territorios. La brutalidad del acto ha generado consternación entre la población y ha encendido nuevamente las alertas sobre la crisis de seguridad en el estado.
Mientras las investigaciones continúan, el silencio oficial predomina. Las víctimas, anónimas hasta ahora, se suman a una larga lista de vidas arrebatadas por la guerra entre cárteles.
