
Redacción / Quintana Roo Ahora
Estados Unidos – Carmen y Lupita Andrade, las gemelas siamesas que han conquistado a miles con su carisma, humor y franqueza, volvieron a ser tendencia en redes sociales luego de que Carmen revelara que recientemente contrajo matrimonio. La noticia fue compartida en su canal de YouTube, donde ambas hermanas suelen documentar su vida diaria desde una perspectiva abierta y sin filtros.
En el video titulado “Actualización atrasada”, Carmen dejó caer la bomba con total naturalidad: “Probablemente deba mencionar que me casé”. Su hermana Lupita, fiel a su estilo sarcástico, respondió entre risas: “Yo no”.
Carmen se casó con Daniel McCormac, su pareja desde hace cinco años, en una ceremonia íntima celebrada en otoño de 2024. La boda fue privada, con la presencia únicamente de familiares y amigos cercanos. Las gemelas compartieron imágenes del evento: Carmen y Lupita lucían un elegante vestido verde, mientras Daniel llevaba un traje con moño del mismo tono, destacando la armonía y significado emocional del momento.
“Amé mi vestido porque me sentí más como yo”, dijo Carmen al explicar por qué optó por no usar un vestido blanco tradicional. Sobre la discreción del evento, agregó que querían algo que se sintiera auténtico para ellos.
La noticia ha generado tanto aplausos como preguntas entre el público, por lo que Carmen fue clara: “Antes de que alguien se haga una idea equivocada: nosotros nos casamos —señalando a Daniel y a ella—, ¡nosotros no nos casamos! —dijo apuntando a Lupita—”. Lupita, entre bromas, agregó: “Yo no quiero casarme, porque… no quiero”.
Nacidas en México pero residentes en Estados Unidos desde 2002, las hermanas comparten varios órganos vitales, como la pelvis y el hígado. Su historia ha servido de inspiración para miles de personas al mostrar que, más allá de los retos físicos, su vida está llena de decisiones individuales, metas propias y una sororidad inquebrantable.
Con su característica mezcla de humor y autenticidad, Carmen y Lupita siguen desafiando estigmas y recordando al mundo que cada historia es única —y que en la suya, el amor también tiene espacio propio.