
Redacción / Quintana Roo Ahora
CDMX.- El reloj marcaba ya la medianoche cuando Morena se topó con un muro que no quiso derribar: aceptar que perfiles críticos de la 4T como Kenia López Rabadán o Margarita Zavala encabecen la Cámara de Diputados. La discusión, que se alargó por más de cuatro horas, dejó a la bancada guinda atrapada entre la necesidad de cumplir la ley y el miedo a abrirle la puerta a voces incómodas que puedan responder el primer informe de Claudia Sheinbaum.
En la antesala de lo que podría convertirse en una crisis política y constitucional, Ricardo Monreal, coordinador del grupo parlamentario, reconoció que la única concesión hasta ahora es permitir que el PAN presida la Cámara en el segundo año de la 66 Legislatura. Pero, sin consenso interno, tuvo que pedir un voto de confianza para negociar directamente con la dirigencia blanquiazul.
El camino no será fácil. El acuerdo que logre Monreal primero deberá pasar por la mesa política de Morena, compuesta por cuatro integrantes, y después volver a votarse en una plenaria convocada hoy a las dos de la tarde. Ahí se sabrá si hay humo blanco o si la parálisis continúa.
El sector más duro del partido fue tajante: Acción Nacional no puede imponer a perfiles “no institucionales”. Dolores Padierna, vicepresidenta de la mesa directiva, fue más explícita: “Kenia no. Döring y Germán no pasan. Pérez Jaén tampoco. No vamos a exponer a la Presidenta a una grosería, como lo fue Norma Piña con López Obrador”. Sus palabras retumbaron como advertencia.
El PAN, en su propio juego de tensar la cuerda, puso sobre la mesa cuatro nombres: Federico Döring, Germán Martínez, María Elena Pérez Jaén y Margarita Zavala. Ninguno logró pasar el filtro guinda. Con ese bloqueo, la estrategia panista parece apostar a que López Rabadán termine viéndose como la opción “menos rijosa”, aunque sea la más indeseada para Morena.
La tensión se acrecentó cuando Padierna también rechazó la intención de Monreal de colocar a Sergio Gutiérrez Luna en la vicepresidencia, recordándole sus polémicas por una vida de lujos. “La vicepresidencia está ocupada, soy yo”, sentenció.
Si Morena no logra ceder ni convencer en las próximas horas, la ley prevé que la actual mesa directiva siga en funciones hasta el 5 de septiembre, fecha límite para alcanzar un acuerdo. De no conseguirlo, el Congreso enfrentaría un vacío institucional con el arranque del nuevo periodo legislativo.