septiembre 27, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora


Quintana Roo.– El arribo masivo de sargazo al Caribe mexicano en la temporada 2025 ha rebasado todos los esfuerzos de contención, dejando al descubierto las limitaciones de la estrategia oficial y la magnitud del desafío ambiental. A pesar del despliegue de maquinaria pesada, cuadrillas de limpieza y barreras en el mar, la macroalga continúa llegando sin control desde el Atlántico, cubriendo kilómetros de playas y afectando a sectores clave como el turismo y la pesca.

De acuerdo con la Secretaría de Marina (Semar), este año se prevé romper récord con más de 80 mil toneladas acumuladas. Hasta ahora, se han recolectado 60 mil 800 toneladas, de las cuales 10 mil 900 se retiraron en mar abierto. “El sargazo no se detiene. Estamos limpiando con carretillas, tractores y mucha gente, pero no nos damos abasto”, admitió Jorge Alberto Portilla, regidor del Ayuntamiento de Tulum, quien reconoció que los esfuerzos locales son insuficientes frente a la magnitud del problema.

Recolección en altamar, la primera línea de defensa
La estrategia más efectiva sigue siendo interceptar el sargazo antes de su llegada a la costa. Para ello, la Semar opera 11 buques sargaceros costeros y el buque oceánico Natans, que puede recolectar hasta 250 toneladas en un solo día. “El Natans es nuestro brazo fuerte. Su capacidad y tecnología mexicana nos permite contener parte del problema mar adentro”, aseguró el contralmirante Topiltzin Flores Jaramillo, coordinador de la Estrategia de Atención al Sargazo.

Sin embargo, en tierra firme, las barreras instaladas en puntos estratégicos como Puerto Morelos, Playa del Carmen, Tulum y Mahahual apenas logran atrapar una fracción de la macroalga. El resto termina varando en la orilla, donde su descomposición emite gases nocivos y altera la calidad del agua.

Un reto ambiental y sanitario
Una vez recolectado, el sargazo es trasladado a sitios de disposición final protegidos con geomembranas para evitar filtraciones y contaminación de los mantos acuíferos. Expertos advierten que, sin un plan integral de manejo y aprovechamiento sostenible, el problema seguirá agravándose, afectando no solo la imagen turística de Quintana Roo, sino también la salud de sus ecosistemas costeros y el bienestar de las comunidades que dependen de ellos.

Este récord histórico de 2025 marca un nuevo punto de inflexión en la lucha contra el sargazo, evidenciando que las soluciones actuales no son suficientes ante un fenómeno que crece año con año y que exige respuestas coordinadas a nivel regional e internacional.

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