Redacción / Quintana Roo Ahora
CANCÚN.- El emblemático edificio que albergó a La Boom, uno de los centros nocturnos más representativos y legendarios en la historia de Cancún, ha sido completamente demolido. Tras meses de desmantelamiento que comenzaron en mayo pasado, hoy el terreno se encuentra solo en labores de limpieza, marcando el fin de una era y el inicio de una transformación urbana en la Zona Hotelera.
Este icónico antro, fundado en los años 80, fue durante décadas un epicentro de la vida nocturna caribeña, un espacio donde se vivieron incontables noches de música vibrante, espectáculos innovadores y los famosos “bikini contests” que se convirtieron en un sello distintivo de sus miércoles. Para miles de turistas y locales, La Boom fue mucho más que un lugar de fiesta: fue una experiencia cultural y social que definió una época.
Sin embargo, el tiempo y la dinámica cambiante del turismo y entretenimiento en Cancún no fueron amables con La Boom. A partir de la explosión de nuevos espacios en Punta Cancún y la creciente competencia, el club comenzó a perder su brillo, culminando en su cierre definitivo tras el huracán Wilma en 2005, un evento que selló el destino del emblemático lugar.
Hoy, ese mismo espacio de aproximadamente 4 mil metros cuadrados, ubicado estratégicamente sobre el bulevar Kukulcán y en contacto directo con la laguna Nichupté, se prepara para una nueva vida. Aunque no se ha revelado el proyecto específico que se desarrollará, el reciente Programa de Desarrollo Urbano de Benito Juárez autoriza construcciones de hasta 10 niveles, lo que sugiere que la Zona Hotelera podría pronto albergar un complejo turístico o inmobiliario de gran escala, marcando un cambio radical en el paisaje.
Así, La Boom pasa de ser un símbolo de la fiesta a un terreno en transformación, donde el pasado se mezcla con un futuro urbano que busca reinventar este emblemático rincón de Cancún. Solo quedan las memorias de las luces, la música y las noches inolvidables, testimonio vivo de una historia que, aunque concluida en lo físico, seguirá viva en la memoria colectiva de la ciudad.
