Redacción / Quintana Roo Ahora
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) volvió a demostrar que cuando se trata de proyectos turísticos con “nombres famosos” en la ficha, la naturaleza siempre pierde. Esta vez dio luz verde a “Casa D”, el capricho turístico del coach motivacional Diego Dreyfus —sí, el mismo que asesora al futbolista Javier “Chicharito” Hernández—, que pretende levantar 11 cabañas “ecológicas” en 21.6 hectáreas de Playa del Carmen.
El permiso no es cualquier cosa: incluye el cambio de uso de suelo en 3.1 hectáreas de terreno forestal y, por si fuera poco, un “plan de rescate” de fauna que suena más a película de terror para animales silvestres. ¿La técnica? Ahuyentarlos a base de palos, gritos y golpes a los troncos para que se vayan “voluntariamente” del área. Y aunque la Semarnat se empeñe en venderlo como un método “técnico y regulado”, ambientalistas y ciudadanos no compran el discurso: perturbar el ecosistema a base de escándalo no es precisamente protegerlo.
El predio, conocido como “Cantarranas”, se suma a la larga lista de paraísos de la Riviera Maya convertidos en negocio privado, con el eterno argumento de que todo es “ecoturismo”. Lo irónico es que mientras se presume un enfoque “amigable con el medio ambiente”, la intervención implica modificar bosque y alterar el hábitat de especies que, de paso, no pidieron que nadie las motive a punta de ruido para irse de su casa.
La autorización se emitió en noviembre de 2024 tras un año de revisiones y consultas públicas, que como siempre parecen ser mero trámite. Una vez más, el mensaje es claro: si hay dinero y contactos, los árboles y la fauna pueden esperar… o huir.
