
Por mucho tiempo, y con base en la experiencia, manifesté que tres años no eran suficientes para el ejercicio de gobierno municipal. La razón es que los programas federales y estatales no suelen tener los mismos tiempos ni la misma coordinación con los municipios. Tampoco hay una escuela para ser presidente o presidenta municipal. Se dice que el primer año es de aprendizaje, el segundo de llevar a cabo las obras y acciones, y el tercero para cerrar y preparar tu salida. Personalmente, creo que cuatro años serían suficientes, pero las elecciones son cada tres años, así que parecería poco práctico e iría en contra de hacer una sola jornada nacional de elecciones, tal como viene planteándose.
El ayuntamiento municipal es el orden de gobierno que tiene el 100 % de los problemas que plantean los ciudadanos, pero solo el 50 % de las soluciones. Agua, electricidad, vivienda, calles, pavimentación, hospitales, seguridad pública, etc., son parte de los temas cotidianos. El agua es tema del Estado o de la iniciativa privada (Aguakán); la electricidad es federal; la vivienda es de la federación a través de INFONAVIT o de los particulares. Para el caso de Q. Roo, hace mucho tiempo que no hay un instituto de vivienda como tal. Los hospitales son del Estado o de la federación; la seguridad pública, ahora seguridad ciudadana, es de los tres órdenes de gobierno; y las calles y la pavimentación de estas serán del Estado y la federación, a menos que el municipio en cuestión cuente con ingresos propios suficientes para hacerlas por sí mismo, cosa que no sucede normalmente.
Dicho lo anterior, del presupuesto de egresos de los ayuntamientos, después de pagar los gastos fijos, quedará, como máximo, alrededor del 12 % de sus presupuestos para obra pública. Si a esto le sumamos los tiempos en que llegan los recursos federales para hacer mezclas de recursos y poder realizar las acciones necesarias, y los tiempos para los procesos de licitación, les queda mucho tiempo ocioso, mismo que curan saliendo de viaje con la familia, o como dice la canción de Ojos de perro azul: «Carro nuevo y la querida».
En muchos municipios, están contando los días para que se vayan, pero no a pasear, sino definitivamente; y de algunos se desea que sea a la cárcel. Mientras tanto, ellos y ellas empollan a sus delfines para, así lo creen, gobernar otros tres años más con un testaferro, cosa que nunca ha sucedido. Son verdaderas excepciones los casos en los que la gente mantiene una gran confianza en sus gobiernos; Isla Mujeres es uno de ellos. Sin embargo, creo que las reelecciones no han sido nada buenas.