octubre 27, 2025


Redacción / Quintana Roo Ahora

BRASIL.- Brasil marca un antes y un después en su historia democrática. Por primera vez, un expresidente ha sido condenado por intento de golpe de Estado. Jair Messias Bolsonaro, capitán retirado del Ejército y mandatario entre 2019 y 2022, recibió una sentencia de 27 años de prisión, 24 de ellos en régimen cerrado, por encabezar una conspiración golpista con la que pretendía desconocer los resultados electorales que llevaron de nuevo al poder a Luiz Inácio Lula da Silva.

La decisión fue adoptada por la primera sala del Tribunal Supremo, con una votación de cuatro magistrados a favor y uno en contra. La condena incluye delitos de intento de golpe de Estado, intento de abolición democrática del Estado de derecho, asociación criminal, daños a bienes públicos y afectación al patrimonio protegido. Junto con Bolsonaro, también fueron sentenciados tres generales, un almirante, un teniente coronel y dos civiles, todos ellos señalados como parte de la trama golpista.

El voto clave lo emitió la jueza Carmen Lúcia Antunes Rocha, quien subrayó que el plan buscaba “perjudicar la alternancia de poder y minar al poder judicial”. Recordó, además, que Brasil recuperó la democracia hace apenas cuatro décadas y que los acusados “no negaron en esencia los hechos que se les imputan”.

El juez instructor, Alexandre de Moraes, considerado objetivo central de los golpistas, fue contundente al señalar que la conspiración se diseñó desde la cúpula del poder. Detalló que Bolsonaro y sus allegados elaboraron un borrador para anular las elecciones, intentaron reclutar a las Fuerzas Armadas y hasta planearon el asesinato de altos funcionarios. “El 8 de enero de 2023 no fue un paseo dominical, ni un acto por combustión espontánea. Fue un intento de golpe por parte de una organización criminal”, sostuvo.

La única voz disidente fue la del juez Luiz Fux, quien pidió absolver a Bolsonaro y anular el proceso, alegando que no había pruebas suficientes y que el Supremo no era el tribunal competente. Su postura, sin embargo, quedó aislada frente a la mayoría.

El clímax de la intentona se vivió el 8 de enero de 2023, cuando miles de seguidores del expresidente irrumpieron en el Congreso, el Palacio del Planalto y la sede del propio Supremo en Brasilia, en escenas comparadas con el asalto al Capitolio en Washington. Hasta ahora, más de 600 participantes en aquella turba ya han recibido sentencia condenatoria.

Bolsonaro, en arresto domiciliario, siguió el veredicto desde su residencia en la capital brasileña, acompañado de su familia. Ni él ni los otros acusados estuvieron presentes en la sala. Aunque la legislación contempla mecanismos para reducir la pena, el fallo representa un duro golpe para el movimiento bolsonarista y un mensaje claro contra la impunidad en América Latina.

Con esta sentencia, Brasil envía una señal contundente: la democracia no es negociable y los intentos de quebrarla tendrán consecuencias.

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