Redacción / Quintana Roo Ahora
Ciudad de México. – Tras el asesinato del productor de limón Bernardo Bravo Manríquez, el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) afirmó que la violencia que afecta al campo mexicano “no sólo representa una amenaza directa para los productores y sus familias, sino también para la seguridad alimentaria del país”.
Bravo Manríquez, ex presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán y de la Asociación Nacional de Citricultores, fue secuestrado el domingo 19 de octubre y su cuerpo, con signos de tortura, fue hallado el 20 de octubre. Con su muerte, se convierte en el quinto productor de limón asesinado en poco más de un año, periodo en el que los agricultores habían protestado contra extorsiones de grupos criminales.
El CNA lamentó los hechos y extendió su solidaridad a la familia de la víctima. Asimismo, advirtió que “los altos niveles de extorsión y amenazas que enfrentan los agricultores ya tienen un impacto directo en el precio de los alimentos” y estimó que entre 10% y 20% del costo de varios productos agroalimentarios responde a pagos exigidos por grupos criminales, lo que hace la situación “insostenible”.
El organismo exhortó a las autoridades de los tres órdenes de gobierno a implementar de manera urgente y coordinada una estrategia para frenar la violencia e impunidad que amenaza al sector. Además, ofreció colaborar con el gobierno para fortalecer al sector agroalimentario, pilar de la economía nacional y sustento de millones de familias.
Por su parte, la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) condenó enérgicamente el homicidio de Bravo Manríquez y destacó la urgencia de garantizar condiciones de seguridad para quienes contribuyen al desarrollo económico del país. Señaló que la autoridad ya detuvo al presunto autor intelectual y hizo un llamado a reforzar los mecanismos de colaboración entre autoridades y sectores productivos.
“Ninguna actividad económica puede desarrollarse plenamente en un entorno de violencia o amenazas”, concluyó Concamin, recordando que la seguridad es esencial para la productividad y el bienestar social.
